La Sombra de Trump en Honduras: Intervención, Indulto y una Elección al Borde del Caos



La contienda presidencial en Honduras se desarrolla en un ambiente de incertidumbre y tensión, con un escrutinio electoral lento y caótico que mantiene un empate técnico entre los dos principales candidatos conservadores.
Nasry Asfura, del Partido Nacional (PN), y Salvador Nasralla, del Partido Liberal (PLH), se han intercambiado el liderato por un margen mínimo de votos. Con más del 84% de las actas escrutadas, Asfura aventajaba a Nasralla con un 40.06% frente a un 39.74%. La candidata del partido oficialista de izquierda LIBRE, Rixi Moncada, se ubica en un distante tercer lugar, lo que sugiere un voto de castigo contra el gobierno actual. El proceso ha estado plagado de fallas técnicas, incluyendo caídas del sistema de conteo, lo que ha generado frustración y denuncias de irregularidades por parte de los contendientes. El factor más disruptivo de la elección ha sido la intervención directa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Antes de la votación, Trump expresó su apoyo explícito a Nasry Asfura, advirtió sobre la suspensión de la cooperación si ganaba el progresismo y, posteriormente, afirmó sin pruebas que se intentaba cometer un fraude. Analistas hondureños consideran esta injerencia como un “viraje dramático” que ha redefinido el panorama electoral, presionando a los votantes y fortaleciendo a la derecha.
La acción más contundente de Trump fue el indulto otorgado al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández (JOH), del mismo partido que Asfura, quien cumplía una condena de 45 años en Estados Unidos por narcotráfico. Tras su liberación, Hernández agradeció públicamente a Trump, afirmando ser inocente y víctima de una persecución política orquestada por la administración Biden-Harris. Este indulto ha reinsertado a una figura clave de la élite conservadora en la política hondureña, a pesar de su condena judicial. En medio de la confusión, Salvador Nasralla denunció públicamente que un “algoritmo” alteró los resultados durante una caída del sistema en la madrugada, intercambiando los votos entre él y Asfura. A pesar de la tensa espera, las calles de Tegucigalpa se han mantenido en calma.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha pedido paciencia, mientras la nación aguarda el desenlace de una elección marcada por la polarización interna y una influencia externa sin precedentes.













