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Autoridades sanitarias de México y Estados Unidos confirmaron la detección de un caso de gusano barrenador del ganado (GBG) en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, a menos de 113 kilómetros de la frontera con Texas. El hallazgo, considerado el más septentrional del actual brote que inició en 2024, se encontró en una vaquilla de ocho meses que formaba parte de un cargamento de 100 animales trasladado desde Minatitlán, Veracruz, a un corral de engorda certificado. La ubicación del caso es crítica por su proximidad a la carretera Monterrey-Laredo, una de las rutas comerciales más importantes del mundo. La reacción de Estados Unidos fue inmediata y enérgica. El Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA), a través de su secretaria Brooke Rollins, calificó el hecho como una “prioridad de seguridad nacional” y advirtió que no dependerá de México para proteger su industria ganadera. Como consecuencia, se mantiene el cierre de los puertos estadounidenses a la importación de ganado, bisontes y caballos procedentes de México. Esta medida, aplicada por tercera vez en menos de un año, ha generado pérdidas estimadas en 1,300 millones de dólares para los productores mexicanos, con al menos 650,000 cabezas de ganado sin poder ser exportadas. El gobierno estadounidense acusó a México de incumplir el Plan de Acción Conjunto para el control de la plaga y anunció que ejecutará su propio plan de cinco ejes. Este incluye una inversión millonaria en tecnología, la instalación de más de 8,000 trampas de monitoreo en Texas, Arizona y Nuevo México, y la posible liberación de moscas estériles en la región afectada. Rollins sentenció que se tomarán “medidas decisivas” para proteger sus fronteras, “incluso en ausencia de cooperación”.
Por su parte, las autoridades mexicanas aseguraron que la situación está bajo control. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) afirmó que el sistema de trampas en la zona norte no ha detectado la presencia de la mosca del gusano barrenador, ya que la larva encontrada en el animal estaba en una fase temprana y fue contenida de inmediato, minimizando el riesgo de dispersión. El Comité de Fomento y Protección Pecuaria de Nuevo León destacó que sus filtros sanitarios funcionaron adecuadamente al detectar el único animal infectado del lote, el cual fue aislado y tratado junto con el resto del rebaño para prevenir contagios.