Del Super Bowl al banquillo: Antonio Brown enfrenta su batalla legal más grave por intento de asesinato

El exastro de la NFL, Antonio Brown, fue extraditado desde Dubái a Estados Unidos para enfrentar graves acusaciones de intento de asesinato, marcando el capítulo más oscuro en una carrera plagada de controversias.

Antonio Brown, el exreceptor estrella de la NFL de 37 años, fue arrestado en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, y extraditado a Estados Unidos para ser juzgado por un tiroteo ocurrido en Miami. Actualmente se encuentra bajo custodia en el condado de Essex, Nueva Jersey, a la espera de ser trasladado al condado de Miami-Dade, Florida, para enfrentar los cargos en su contra. Los hechos ocurrieron el 16 de mayo de 2025, tras un evento de boxeo de celebridades.

Según los informes judiciales y policiales, Brown se vio envuelto en una pelea a puñetazos con un hombre identificado como Zul-Qarnain Kwame Nantambu. Posteriormente, se alega que Brown le arrebató un arma de fuego a un miembro del personal de seguridad y disparó en dos ocasiones contra Nantambu, quien sufrió una herida superficial en el cuello. A raíz de este incidente, la Fiscalía de Miami-Dade lo acusa de intento de asesinato en segundo grado, posesión ilegal de un arma de fuego y conducta temeraria.

Aunque Brown fue detenido brevemente la noche del altercado, fue puesto en libertad.

Sin embargo, la investigación continuó y, tras recopilar nuevas pruebas, incluidas grabaciones de video, se emitió una orden de arresto en su contra en junio. Las autoridades le ofrecieron la oportunidad de entregarse a cambio de arresto domiciliario y una fianza, pero el exjugador ya se encontraba fuera del país, residiendo en Dubái. Su captura fue el resultado de una colaboración entre la Oficina de los Alguaciles de Estados Unidos y las autoridades emiratíes. La carrera de Brown, quien fue una figura dominante en equipos como los Acereros de Pittsburgh y los Bucaneros de Tampa Bay, con quienes ganó un Super Bowl, estuvo marcada por constantes controversias legales y disciplinarias. De ser declarado culpable de los cargos actuales, podría enfrentar una condena de hasta 15 años de prisión y una multa de 10,000 dólares.

Su equipo legal ha declarado que cooperará plenamente con las autoridades.