Luto en Turquía y la OTAN: Accidente aéreo en Georgia cobra la vida de 20 militares

Un avión de carga militar C-130 de la Fuerza Aérea Turca se estrelló en Georgia, provocando la muerte de los 20 militares a bordo. El siniestro, ocurrido mientras la aeronave regresaba de Azerbaiyán, ha desencadenado una investigación multinacional para esclarecer sus causas.

El Ministerio de Defensa de Turquía confirmó la muerte de 20 miembros del personal militar tras el desplome de un avión de carga C-130 Hércules el martes en el municipio de Sighnaghi, Georgia, cerca de la frontera con Azerbaiyán. La aeronave había despegado de Ganja, Azerbaiyán, y se dirigía de regreso a Turquía cuando ocurrió el accidente, considerado el más letal en la historia reciente del ejército turco. Los militares a bordo formaban parte de una unidad que había participado en las celebraciones del Día de la Victoria en Azerbaiyán, un evento que conmemora el éxito militar de dicho país en la guerra de Nagorno-Karabaj de 2020. Este hecho subraya la estrecha cooperación militar que existe entre Turquía y Azerbaiyán.

Imágenes difundidas en medios de comunicación mostraron al avión descendiendo en espiral antes de impactar y generar una gran explosión. Tras el siniestro, se inició una operación de búsqueda y rescate en coordinación con las autoridades georgianas y azerbaiyanas.

Un equipo turco de investigación de 46 miembros llegó al lugar para inspeccionar los restos y determinar la causa del accidente. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, informó que se recuperó la grabadora de datos de vuelo. Según la autoridad de aviación de Georgia, el contacto con el avión se perdió minutos después de que ingresara a su espacio aéreo y no se emitió ninguna señal de socorro. Algunos analistas sugieren que la antigüedad de la aeronave, de 57 años, pudo haber sido un factor. La tragedia generó una ola de condolencias internacionales. Líderes de Turquía, Azerbaiyán y Georgia expresaron su pesar, al igual que el embajador de Estados Unidos en Turquía y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quienes manifestaron su solidaridad.

Lockheed Martin, la empresa fabricante del avión, se comprometió a colaborar en las indagatorias.