El presidente de Bolivia Rodrigo Paz elimina los subsidios a los combustibles y declara emergencia económica

El nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, ha implementado un drástico paquete de reformas económicas para enfrentar la peor crisis del país en 40 años, comenzando con la eliminación de los subsidios a los combustibles vigentes por dos décadas.

El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, declaró una “emergencia económica, financiera, energética y social” y anunció un paquete de medidas de choque para estabilizar la economía del país. La decisión central fue la eliminación de los subsidios a los combustibles, que se mantuvieron por más de 20 años y representaban un costo anual para el Estado superior a los 2,000 millones de dólares. Como resultado, el precio de la gasolina casi se duplicó, pasando de 3.7 a 6.96 bolivianos por litro, mientras que el diésel subió de 3.72 a 9.80 bolivianos. El precio de la garrafa de gas licuado de petróleo para uso doméstico se mantendrá sin cambios. Paz justificó las medidas al afirmar que recibió un país “profundamente herido en su economía”, con reservas internacionales agotadas, escasez de dólares, inflación creciente y desabastecimiento de combustibles. Culpó a los 20 años de gobiernos izquierdistas de Evo Morales y Luis Arce por la crisis, la cual calificó como la peor en 40 años, con una inflación proyectada del 22% para el cierre del año y un déficit fiscal del 12.5% del PIB. El mandatario describió la eliminación del subsidio como una “decisión histórica de salvataje de la patria” para terminar con un “modelo de mentira, despilfarro y corrupción”. Para compensar el impacto del alza de precios, el gobierno decretó un aumento salarial del 20% y un incremento en bonos sociales existentes para ancianos y estudiantes, además de un bono de compensación para trabajadores informales. Otras reformas anunciadas incluyen la simplificación de impuestos, la liberación de las exportaciones, la exoneración de impuestos a la repatriación de capitales y el retiro del diésel de la lista de sustancias controladas para facilitar su importación y asegurar el abastecimiento. La administración de Paz, alineada con Washington, recibió el respaldo de Estados Unidos. El secretario de Estado, Marco Rubio, acogió con satisfacción las reformas y aseguró que su país trabajará con Bolivia para que estas generen beneficios para la población. A nivel interno, el sector agroindustrial había solicitado el retiro de los subsidios para garantizar el suministro, pero los transportistas del sector público exigieron su mantenimiento.

No se reportaron reacciones inmediatas de los principales sindicatos.