Pacto Trump-Xi Redefine Lucha Antidrogas: China Impone Licencias para Precursores de Fentanilo



Como parte de un acuerdo para distender las relaciones comerciales y fortalecer la cooperación en seguridad, el gobierno de China anunció que exigirá licencias especiales de exportación para 13 precursores químicos utilizados en la fabricación de fentanilo y metanfetaminas con destino a México, Estados Unidos y Canadá. La medida, emitida conjuntamente por cinco organismos chinos, incluidos los ministerios de Comercio y Seguridad Pública, entró en vigor de manera inmediata y se centra en derivados de la piperidina, base de numerosos opioides sintéticos.
Esta nueva regulación es el resultado directo de una reunión entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, en Busan, Corea del Sur. Durante años, Washington había acusado a Pekín de ser la principal fuente de los precursores que los cárteles mexicanos utilizan para producir fentanilo, el opioide sintético responsable de la mayoría de las muertes por sobredosis en Estados Unidos. Como parte del pacto, Trump acordó reducir los aranceles sobre ciertos productos chinos del 20% al 10%, reconociendo el compromiso de Xi para frenar el flujo de estas sustancias. El acuerdo va más allá de los aranceles y el control de químicos. La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos suspendió por un año una investigación contra China por sus prácticas en los sectores marítimo y logístico, a lo que Pekín respondió suspendiendo las tasas portuarias a buques vinculados con Estados Unidos por el mismo periodo. Además, la decisión coincidió con una visita no anunciada del director del FBI, Kash Patel, a China para discutir la cooperación en la lucha contra el narcotráfico. Aunque la medida se considera un punto de inflexión en la cooperación global contra el fentanilo, persisten desafíos.
Los expertos señalan que los 13 productos químicos restringidos aún pueden exportarse sin licencia a otros países fuera de Norteamérica, lo que abre la posibilidad de desvío. Asimismo, muchos de estos compuestos tienen usos legítimos en las industrias farmacéutica y agrícola, lo que complica su control total.
La nueva política redefine el mapa de la cooperación antidrogas, pero su éxito dependerá de la supervisión continua y la colaboración efectiva entre las naciones implicadas.





