Cometa 3I/ATLAS: El Visitante Interestelar que Desafía a la Ciencia y Reaviva el Debate Extraterrestre



El cometa 3I/ATLAS, el tercer objeto de origen interestelar observado desde nuestro planeta, se ha convertido en un foco de interés científico y especulación.
Considerado potencialmente más antiguo que el propio sistema solar, su estudio permitirá ofrecer información clave sobre los cuerpos que viajan por la Vía Láctea. El cometa alcanzó su punto más cercano al Sol a finales de octubre y se prevé que su máxima aproximación a la Tierra ocurra el 19 de diciembre, sin representar ningún riesgo al pasar a una distancia de 270 millones de kilómetros. La NASA ha confirmado que se trata de un cometa debido a la nube de gas que lo rodea, aunque su tamaño exacto es desconocido. Lo que confirma su origen externo es su alta e impredecible velocidad —unos 221,000 kilómetros por hora— que no responde a la gravedad del Sol.
Debido a su trayectoria inusual, se activó parcialmente el protocolo de Defensa Planetaria de la agencia, no como medida de emergencia, sino como una acción de investigación para mejorar los modelos de predicción. La NASA ha descartado tajantemente que se trate de una nave extraterrestre, posicionándolo como un objeto natural similar a los otros dos visitantes interestelares detectados: Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019. A pesar de la postura oficial, su paso ha reavivado teorías sobre vida inteligente en otros mundos.
El físico de Harvard, Avi Loeb, sugirió que podría ser una sonda alienígena, lo que trajo de vuelta una advertencia hecha por Stephen Hawking en 2010. El célebre físico comparó un posible encuentro con extraterrestres con la llegada de Colón a América, un evento que no resultó favorable para los nativos, y planteó los riesgos de que civilizaciones avanzadas pudieran conquistar la Tierra por sus recursos. Paralelamente, el mes de noviembre ofrece otros espectáculos astronómicos, como la lluvia de meteoros Táuridas. Este evento, que se divide en las corrientes del Sur y del Norte, tuvo el pico de actividad de esta última en la noche del 11 al 12 de noviembre, aunque el brillo de la Luna en fase de Cuarto Menguante podría haber dificultado la observación.













