Incertidumbre en Honduras: Empate técnico y la sombra de Trump definen una elección presidencial al límite



Los resultados preliminares de las elecciones presidenciales en Honduras muestran una contienda extremadamente reñida entre Nasry Asfura, del derechista Partido Nacional, y Salvador Nasralla, del Partido Liberal. Con más del 55% de las actas escrutadas, ambos candidatos rondan el 40% de los votos, con una diferencia mínima que en algunos recuentos ha sido de apenas unos cientos de sufragios. La candidata del oficialista y izquierdista partido LIBRE, Rixi Moncada, se ubica en un distante tercer lugar con aproximadamente el 19% de los votos. La ley hondureña no contempla una segunda vuelta, por lo que el ganador será quien obtenga la mayoría simple, intensificando la tensión ante el cerrado margen. El lento avance del conteo por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) ha agravado el clima de desconfianza. Tanto Nasralla como Moncada han denunciado posibles manipulaciones y han hecho un llamado a sus simpatizantes a "mantenernos en pie de lucha" y defender los votos hasta el escrutinio final del 100% de las actas. Esta situación ha generado advertencias de observadores, como el Centro para la Investigación de las Políticas Económicas (CEPR), sobre el riesgo significativo de que los bandos no reconozcan los resultados si pierden, lo que podría desencadenar un conflicto postelectoral. La contienda ha estado marcada por la intervención directa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien respaldó públicamente a Asfura, calificándolo como el "único verdadero amigo de la libertad en Honduras" y amenazando con recortar la ayuda estadounidense si no resulta ganador. Además, Trump anunció su intención de indultar al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, también del Partido Nacional, quien cumple una condena de 45 años en Estados Unidos por narcotráfico. Estas acciones han sido interpretadas como un intento de influir en el electorado y han añadido una capa de complejidad internacional al proceso. Estas elecciones se desarrollan en un contexto de profundos desafíos para Honduras, incluyendo altos niveles de pobreza, corrupción y narcotráfico. Además de la presidencia, se eligieron 128 diputados y autoridades municipales. A nivel internacional, el resultado es seguido de cerca, ya que tanto Asfura como Nasralla han sugerido que podrían restablecer relaciones diplomáticas con Taiwán, revirtiendo la decisión del actual gobierno de Xiomara Castro de reconocer a China.













