Clonación en México: Del primer borrego a la vanguardia zoogenética



Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en colaboración con la Universidad de Chapingo, lograron el nacimiento del primer borrego clonado en México el pasado 1 de marzo. Este avance, que posiciona a México como el sexto país de América Latina en conseguirlo, se alcanzó mediante la técnica de transferencia de núcleos de células somáticas y es el resultado de casi tres décadas de investigación en biotecnología reproductiva. El proyecto fue liderado por José Ernesto Hernández Pichardo en el Laboratorio de Manejo de la Reproducción de la UAM Xochimilco. El equipo tardó casi 14 años en desarrollar la tecnología de transferencia nuclear, sumados a más de una década previa de trabajo en fertilización in vitro y congelación de muestras celulares desde el año 2000. La colaboración fue clave: mientras la UAM se especializó en la producción de embriones, la Universidad de Chapingo se encargó de la implantación en un ser vivo.
El borrego clonado, que aún no tiene nombre, vive actualmente en Chapingo. Este logro es solo el comienzo de una nueva fase de la biotecnología en el país. Los científicos ya planean aplicar el mismo procedimiento para clonar caballos y toros, con el objetivo de multiplicar individuos con alto valor genético para la producción ganadera o como animales de compañía. Otras líneas de investigación incluyen la recuperación de material genético de individuos ya fallecidos, el uso de células mesenquimales para mejorar la eficiencia del proceso y el desarrollo de técnicas de micromanipulación más avanzadas. Las aplicaciones potenciales de esta tecnología son amplias, abarcando desde el rescate de especies en peligro de extinción, como el borrego cimarrón, hasta la edición génica para producir biofármacos y mejorar la salud de los rebaños. Sin embargo, los investigadores señalan importantes desafíos, como la falta de apoyos económicos y equipo técnico, las barreras burocráticas y la ausencia de una legislación sobre clonación animal en México. Asimismo, destacan la necesidad de crear bancos para la conservación de células animales, una infraestructura inexistente en el país.





