La Sombra del Golpismo: Las Condenas que Sacuden a Brasil tras el Plan para Matar a Lula



El Tribunal Supremo Federal de Brasil condenó a ocho militares y un agente de la Policía Federal a penas que van desde uno hasta 24 años de prisión por planear el asesinato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y otras autoridades en 2022. La decisión, tomada por unanimidad en la Primera Sala de la corte, declaró culpables a nueve de los diez acusados. El general Estevam Gaspar de Oliveira fue absuelto por falta de pruebas suficientes presentadas por la Fiscalía. La conspiración, denominada con el nombre clave “Green and Yellow Dagger”, no solo tenía como objetivo a Lula, sino también al vicepresidente Geraldo Alckmin y al magistrado del Supremo Alexandre de Moraes, quien en ese momento era jefe de la justicia electoral. Según la investigación, los planes incluían el envenenamiento de Lula y asesinar a tiros a Moraes. Los condenados, en su mayoría miembros de una unidad de élite del Ejército brasileño conocida como los "Kids pretos", llegaron a presentar sus planes al entonces presidente Jair Bolsonaro en noviembre de 2022. Este juicio está directamente vinculado al proceso que resultó en una condena de 27 años de cárcel para el expresidente Bolsonaro, hallado culpable de liderar una “organización criminal” con el fin de impedir la investidura de Lula y anular los resultados de las elecciones de 2022. La culpabilidad de los conspiradores se sustentó en una vasta cantidad de pruebas, incluyendo documentos y mensajes intercambiados que detallaban el plan de magnicidio. El fallo representa un hito judicial en la sanción de los intentos por socavar la democracia en Brasil. Es la primera vez que militares de alto rango son condenados en el país por crímenes de esta naturaleza, lo que refuerza el mensaje de la corte sobre la gravedad de la amenaza que enfrentó el orden institucional.









