Crisis Electoral en Honduras: Entre Fallas Técnicas y Denuncias de Injerencia

La elección presidencial en Honduras se encuentra en un punto crítico, paralizada por inconsistencias en el recuento de votos y graves acusaciones de injerencia extranjera que han escalado a instancias internacionales.

A casi dos semanas de las elecciones generales del 30 de noviembre en Honduras, el proceso sigue sin un resultado definitivo debido a una serie de retrasos, inconsistencias y disputas políticas. El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha enfrentado serios obstáculos para llevar a cabo un escrutinio especial de más de 2,700 actas consideradas clave para definir al ganador. Los resultados preliminares, con más del 99% de las actas escrutadas, muestran una contienda cerrada entre Nasry ‘Tito’ Asfura, del conservador Partido Nacional, con alrededor del 40.5% de los votos, y Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con aproximadamente el 39.2%. Las fallas en el sistema electoral ya habían sido advertidas semanas antes de la elección, cuando una prueba reveló que el sistema de conteo solo procesó el 36% de las papeletas de práctica, según el consejero electoral Marlon Ochoa.

Este mismo consejero, representante del partido gobernante Libre, ha sido señalado como uno de los responsables del retraso del escrutinio especial al no haber otorgado su autorización por escrito. Otros impedimentos incluyen la falta de acreditación de personal por parte del Partido Liberal y problemas tecnológicos.

Ochoa también denunció que el CNE decidió limitar el recuento a un pequeño porcentaje de las actas, rechazando un conteo voto por voto. El proceso es observado por misiones de la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos (OEA). La tensión política se ha intensificado con la intervención del gobierno saliente de Xiomara Castro, que ha presentado una denuncia formal ante organismos internacionales como la ONU y la OEA por una presunta injerencia de Estados Unidos en el proceso electoral. La cancillería hondureña acusa al presidente estadounidense, Donald Trump, de violar la soberanía del país al pedir abiertamente el voto para el candidato Nasry Asfura, calificando la acción como un “golpe electoral”. La denuncia también señala presiones externas y el colapso del sistema de transmisión de resultados como factores que vulneraron la integridad de los comicios.