
Empate histórico entre Cowboys y Packers en la NFL



Los Dallas Cowboys y los Green Bay Packers finalizaron su encuentro del Sunday Night Football con un empate 40-40, el primero de la temporada 2025 de la NFL. El resultado, definido en tiempo extra, dejó a los Cowboys con un récord de 1-2-1 y a los Packers con 2-1-1. El partido fue un duelo ofensivo con múltiples volteretas en el marcador. Un gol de campo de 53 yardas de Brandon McManus para Green Bay, cuando el tiempo reglamentario expiraba, empató el marcador 37-37 y forzó el tiempo extra. En el periodo adicional, Brandon Aubrey de Dallas consiguió un gol de campo para poner a su equipo arriba 40-37, pero McManus respondió con otro para los Packers a un segundo del final, sellando el empate definitivo. Este marcador representó el segundo empate con mayor cantidad de puntos en la historia de la NFL.
Ambos mariscales de campo tuvieron actuaciones destacadas.
Por los Cowboys, Dak Prescott lanzó para tres touchdowns y corrió para uno más, acumulando 436 yardas totales para su ofensiva. Por parte de los Packers, Jordan Love sumó 316 yardas por aire y tres pases de anotación, todos dirigidos al receptor Romeo Doubs, mientras que la ofensiva de Green Bay logró 488 yardas en total.
El encuentro también estuvo enmarcado por el regreso del cazamariscales Micah Parsons al AT&T Stadium, quien fue intercambiado a los Packers semanas atrás tras no llegar a un acuerdo contractual con Dallas. Parsons firmó con Green Bay un contrato que lo convirtió en el jugador no mariscal de campo mejor pagado en la historia de la liga.
Este fue el primer empate para Dallas desde 1969 y el primero para Green Bay desde 2018.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó polémica al amenazar con retirar partidos del Mundial 2026 a ciudades gobernadas por demócratas, como Seattle y San Francisco, si las considera inseguras. Durante su mensaje desde el Despacho Oval, Trump dijo: "Si creemos que alguna ciudad puede ser siquiera un poco peligrosa para el Mundial (...) dado que se juega en tantas sedes, no lo permitiremos. Moveremos un poco las cosas. Pero espero que no sea necesario". Trump hizo especial énfasis en Seattle y San Francisco, señalando que están gobernadas por lo que llamó "lunáticos de la izquierda radical que no saben lo que se hacen". Estas declaraciones generaron preocupación entre autoridades locales y aficionados, ya que ambas ciudades tienen estadios programados para recibir partidos del torneo. El Lumen Field de Seattle, hogar de los Seattle Seahawks de la NFL, albergará seis partidos del Mundial 2026. Por su parte, el Levi's Stadium, ubicado en Santa Clara y sede de los San Francisco 49ers, también será escenario de seis encuentros. Estos recintos son parte de las 11 sedes que Estados Unidos compartirá con México y Canadá en la organización del torneo. Trump también mencionó que medidas similares podrían aplicarse para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, lo que amplió la polémica sobre la seguridad y la gestión de eventos deportivos de gran magnitud en ciudades gobernadas por demócratas. Aunque Estados Unidos coorganiza el Mundial 2026, Trump no tiene autoridad legal para cambiar la sede de ningún partido. Sin embargo, el mandatario mantiene una relación cercana con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien sí tiene la capacidad de tomar decisiones sobre los lugares donde se jugarán los encuentros. Otras ciudades estadounidenses que recibirán partidos, como Los Ángeles, Nueva York, Atlanta, Houston, Boston o Philadelphia, también están gobernadas por demócratas, lo que podría generar más tensiones si el presidente decide intervenir o presionar para modificar sedes. El sorteo de la Copa del Mundo 2026 se realizará el próximo 5 de diciembre en Washington, con la asistencia prevista de Trump. La expectativa es conocer los grupos y enfrentar posibles disputas sobre la seguridad en las ciudades seleccionadas, un tema que ha ganado relevancia tras las declaraciones del mandatario. Analistas señalan que, más allá de la retórica política, cualquier cambio de sede sería complejo y requeriría de negociaciones internacionales, ya que el Mundial es un evento con reglas estrictas de organización y planificación a largo plazo.


