Líderes políticos condenan la violencia en el Congreso de la Ciudad de México



El pasado lunes, una acalorada discusión en el Congreso de la Ciudad de México sobre la desaparición del Instituto de Transparencia capitalino (InfoCDMX) escaló a una confrontación física. Legisladoras de Morena y del PAN se vieron envueltas en empujones, jaloneos de cabello y codazos cuando la oposición intentó tomar la Mesa Directiva para detener la votación, acusando una imposición por parte de la bancada mayoritaria.
El incidente generó una enérgica respuesta de diversas figuras políticas.
La presidenta de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán (PAN), advirtió que “cuando la tolerancia termina, la violencia emerge” y sostuvo que no existe justificación alguna para que un legislador agreda a otro. Subrayó que el parlamento es para debatir y que cuando ganan los golpes, pierden los ciudadanos. Hizo un llamado a los servidores públicos a prestigiar la política y detener la polarización que deriva en violencia. Por su parte, el coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, lamentó el episodio, reconociendo que aunque a veces “la pasión se desborda” en los congresos, no es lo correcto.
Instó a actuar con tolerancia, civilidad y prudencia, y recomendó no realizar acciones a escondidas, sino con transparencia.
En una línea similar, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo calificó el hecho como un “espectáculo” y lo condenó, haciendo un llamado a la serenidad y al diálogo. Enfatizó que la política debe basarse en argumentos y no en agresiones, aunque reconoció como legítimo el acto de tomar una tribuna como forma de protesta.
Tras el zafarrancho, la sesión fue suspendida temporalmente. El bloque oficialista acusó a la oposición de provocación, mientras que el PAN y el PRI calificaron la actitud de Morena como autoritaria y exigieron sanciones. Al reanudarse la sesión, el grupo parlamentario del PAN abandonó el recinto.
















