Incertidumbre Alimentaria: Cierre de Gobierno en EE. UU. Recorta la Ayuda para 42 Millones de Personas



El gobierno de Donald Trump financiará parcialmente el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) durante el mes de noviembre, después de que dos jueces federales ordenaran la continuidad del programa en medio de un cierre del gobierno que supera el mes de duración. El Departamento de Agricultura (USDA) utilizará un fondo de emergencia de 4,650 millones de dólares para cubrir los beneficios, lo que representa aproximadamente la mitad de los más de 8,000 millones que cuesta el programa mensualmente. Esta medida deja en el aire la financiación para el próximo mes si la parálisis presupuestaria continúa. La decisión de la administración no fue voluntaria, sino el resultado de demandas presentadas por una coalición de 25 estados, el Distrito de Columbia, ciudades y organizaciones sin fines de lucro. Argumentaron que el gobierno federal tenía la obligación legal de mantener en funcionamiento el programa, del cual dependen cerca de 42 millones de estadounidenses, aproximadamente uno de cada ocho. El cierre del gobierno, que podría convertirse en el más largo de la historia de EE. UU., se debe a un desacuerdo entre demócratas y republicanos sobre la extensión de los subsidios para los seguros de salud bajo la ley conocida como Obamacare. Mientras el presidente Trump afirmó haber dado instrucciones para realizar los pagos, líderes demócratas como Hakeem Jeffries acusaron al gobierno de "instrumentalizar el hambre". Los beneficiarios del SNAP enfrentan una reducción de sus ayudas a casi la mitad y retrasos en los pagos. Aún no se sabe con certeza cuánto recibirá cada hogar ni cuándo se cargarán los fondos en sus tarjetas.
El proceso podría tardar desde una semana en estados como California hasta varios meses en otros, según advirtió el USDA.
Casos como el de Corina Betancourt en Arizona, madre de tres hijos que verá sus beneficios reducidos de 800 a 400 dólares, ilustran la difícil situación que obliga a las familias a recurrir a bancos de alimentos.
El cierre también pone en riesgo otros programas como WIC, destinado a mujeres embarazadas e infantes, y Head Start.









