Glamour y controversia: la fiesta de Kris Jenner que sacudió a Hollywood y a la realeza



La matriarca del clan Kardashian-Jenner, Kris Jenner, festejó su cumpleaños número 70 con una espectacular fiesta inspirada en el universo de James Bond, celebrada en la mansión de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en Beverly Hills. El evento, descrito por la propia Jenner como “una de las mejores noches de mi vida”, contó con una lista de invitados de primer nivel que incluyó a celebridades como Beyoncé, Adele, Oprah Winfrey, Mariah Carey y Mark Zuckerberg. La celebración se caracterizó por su lujo, con autos clásicos, una orquesta en vivo e incluso una breve interrupción por parte de la policía. El despliegue de moda fue uno de los puntos centrales de la noche. Kris Jenner lució un vestido rojo de Givenchy Haute Couture de la colección otoño-invierno 2002, diseñado por Alexander McQueen. Sus hijas también deslumbraron con sus atuendos: Kim Kardashian optó por un conjunto lila con pedrería, Khloé por un vestido plateado cubierto de cristales, Kendall Jenner eligió un elegante vestido rojo, Kourtney Kardashian un sofisticado vestido negro satinado y Kylie Jenner un vestido blanco de cuello alto.
Juntas, reafirmaron su estatus como íconos de la moda y su capacidad para convertir cualquier evento en un espectáculo global.
Sin embargo, la fiesta no estuvo exenta de polémica.
La asistencia del príncipe Harry y Meghan Markle generó una nueva fricción con la familia real británica. Una fuente cercana al palacio calificó la aparición de los duques de Sussex como de “mal gusto”, señalando que su ostentoso estilo de vida en Hollywood contrasta directamente con la imagen sobria que el príncipe William busca proyectar. Además, surgieron informes que sugieren que el “brillo hollywoodense” de la pareja se está apagando, enfrentando dificultades en sus proyectos y perdiendo el favor de productores y antiguos aliados en la industria. El misterio se intensificó cuando, horas después del evento, tanto Kris Jenner como Kim Kardashian eliminaron de sus cuentas de Instagram las fotografías en las que posaban junto a Harry y Meghan.
La acción, realizada sin explicación alguna, desató una ola de especulaciones en redes sociales sobre los motivos detrás de la decisión. A pesar de que los testigos afirman que la pareja se veía feliz durante la celebración, la desaparición de las imágenes ha dejado abierta la interrogante sobre si se trató de una solicitud de los propios duques o una estrategia de imagen por parte de las Kardashian. Hasta el momento, ninguna de las partes involucradas ha emitido comentarios al respecto.









