El Pentágono vs. La Prensa: The New York Times Encabeza Demanda por Libertad de Expresión

The New York Times ha presentado una demanda contra el Pentágono, argumentando que las nuevas y estrictas reglas de acceso para periodistas representan un ataque a la libertad de prensa garantizada por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

El 4 de diciembre de 2025, el diario The New York Times interpuso una demanda en un tribunal federal de Washington contra el Pentágono y su secretario de Defensa, Pete Hegseth. La acción legal busca declarar inconstitucional la nueva política de acceso a medios, alegando que viola las garantías de libertad de expresión y prensa de la Primera Enmienda, así como el derecho al debido proceso de la Quinta Enmienda. Las restricciones, implementadas en octubre de 2025, exigen a los periodistas firmar un formulario de 21 páginas y comprometerse a no publicar información "no autorizada", incluso si no es clasificada.

Las normas también limitan severamente el acceso físico a las instalaciones, requiriendo escoltas, y restringen el contacto con las fuentes. El Pentágono argumenta que las medidas son para proteger la seguridad operativa y nacional.

La política generó un rechazo casi unánime en el gremio periodístico.

El 16 de octubre, fecha límite para aceptar las condiciones, al menos 30 organizaciones de noticias, incluyendo Reuters, The Washington Post, Associated Press y CNN, se negaron a firmar y devolvieron sus credenciales en señal de protesta. Periodistas con décadas de experiencia cubriendo el Pentágono se sumaron a la medida. Tras la salida de la prensa tradicional, la sala de prensa fue ocupada por *influencers*, blogueros y reporteros de medios emergentes. Un miembro de la organización 'Fearless Media', Lance Johnston, se jactó en redes sociales de ocupar los escritorios que antes pertenecían a medios como el NYT y CNN. La demanda del Times solicita al tribunal una orden para impedir la aplicación de la política y restaurar el acceso, destacando la importancia de la vigilancia periodística sobre una institución con un presupuesto que supera el billón de dólares.