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En el estado de Morelos, hasta la semana epidemiológica 35, se han confirmado 110 casos de dengue, de los cuales 66 fueron clasificados como graves, y se mantienen dos decesos. A pesar de que la cifra es menor en comparación con el mismo periodo del año anterior, las autoridades, encabezadas por el secretario de Salud, Mario Ocampo Ocampo, advierten sobre el riesgo de un aumento de casos debido a las lluvias continuas y llaman a no bajar la guardia.
Los municipios con mayor incidencia son Xochitepec, Jojutla, Axochiapan, Temixco y Jiutepec.
Hasta el momento, no se han reportado casos de zika ni de chikungunya en la entidad. Las acciones preventivas se han reforzado en varias localidades. En Morelos, se realizan labores de descacharrización, abatización y termonebulización, con especial atención en las escuelas.
El Ayuntamiento de Cuernavaca ha iniciado la distribución gratuita de 250 kilogramos de abate. En Matamoros, Tamaulipas, el gobierno de Beto Granados lanzó una campaña de concientización para que la ciudadanía elimine criaderos de mosquitos. En contraste, vecinos de la colonia Praderas del Sur solicitaron la limpieza de una plaza pública por el crecimiento de maleza y la proliferación de mosquitos, lo que evidencia la importancia del mantenimiento de espacios públicos. El panorama nacional muestra que Jalisco ocupa el segundo lugar en número de pacientes con dengue.
Por su parte, en Chiapas, además del dengue como principal enfermedad transmitida por vector, la enfermedad de Chagas y la malaria también representan problemas de salud significativos, aunque a menudo subdiagnosticados. En el ámbito científico, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) desarrollaron un bioinsecticida para controlar al mosquito Aedes aegypti. Esta innovación utiliza una técnica de silenciamiento génico que impide el desarrollo de las larvas, provocando su muerte antes de que lleguen a la etapa adulta. El producto, presentado en hojuelas que alimentan a las larvas, se encuentra en fase de ensayos de campo y su patente está en proceso, representando una alternativa ecológica para el control del vector.