Los Archivos de Epstein: Crónica de una Élite Caída y la Batalla Política que Acecha a Trump



La divulgación de los documentos, impulsada tanto por demócratas como por republicanos en el Congreso, ha desatado una tormenta política. Aunque el interés principal se centra en los vínculos de Epstein con el presidente, los correos también pintan un retrato de un Manhattan de antaño, un círculo de poder compuesto por multimillonarios, magnates de los medios y figuras de la alta sociedad que Epstein sedujo eficazmente. Los mensajes, que datan principalmente de 2009 a 2019, muestran los intentos del financiero por rehabilitar su imagen tras cumplir una condena por solicitación de prostitución, utilizando su red de contactos influyentes.
Entre sus corresponsales se encontraban figuras clave de los medios, como el periodista Michael Wolff y la publicista Peggy Siegal, a quienes recurrió para gestionar la cobertura mediática y contrarrestar artículos negativos.
Los correos detallan sus esfuerzos por influir en publicaciones como Newsweek y The Huffington Post.
Sin embargo, a medida que la influencia de la prensa escrita disminuía y surgía el movimiento #MeToo, Epstein y su círculo mostraron incomodidad ante los cambios culturales, con Epstein incluso comentando que hombres implicados en el movimiento le pedían consejo.
La relación con Donald Trump es un tema central.
Aunque fueron amigos en las décadas de 1980 y 1990, su vínculo se rompió a mediados de la década de 2000. A pesar de ello, Epstein siguió de cerca a Trump, llegando a insinuar que poseía información perjudicial y que era "el único capaz de acabar con él". Un correo a Ghislaine Maxwell describe a Trump como el "perro que no ha ladrado" en relación con la víctima Virginia Giuffre, aunque ella ha negado repetidamente cualquier implicación sexual de Trump. En otro mensaje, Epstein afirmó que Trump visitó su casa a menudo pero "nunca recibió un masaje".
La reacción de Trump ha sido defensiva y agresiva. Ha calificado el asunto como una "farsa" demócrata, ha roto públicamente con la representante Marjorie Taylor Greene por su insistencia en desclasificar todos los archivos y ha intentado desviar la atención hacia demócratas como Bill Clinton, Larry Summers y Reid Hoffman. El presidente sostiene que "Epstein era demócrata" y ha pedido al Departamento de Justicia que investigue a sus oponentes, dejando en el aire la pregunta clave de por qué se opone a una mayor transparencia sobre el caso.



















