Doble Cara del Gusano Barrenador: Casos Aislados en Nuevo León Contrastan con Brote Activo en Yucatán



El gusano barrenador del ganado (GBG), una infestación causada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax que se alimentan de tejido vivo de mamíferos, presenta un panorama de contrastes en México. A nivel nacional, a un año del primer caso, la afectación equivale a solo el 0.003% del hato ganadero, pero la situación varía significativamente por región, afectando también a humanos en raras ocasiones. En el norte del país, específicamente en Nuevo León, se ha detectado el tercer caso del año en Montemorelos. La infestación fue identificada en una hembra bovina procedente del sur de Veracruz, y las autoridades del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) lo consideran un caso aislado y contenido, ya que la infestación ocurrió antes de la llegada del animal al estado. Como respuesta, se activó un protocolo de emergencia que incluye la suspensión temporal de la movilización de ganado hacia Nuevo León, un rastreo epidemiológico en un radio de 20 kilómetros y el fortalecimiento de una barrera biológica mediante la liberación de moscas estériles.
La Unión Ganadera Regional expresó su preocupación y solicitó reforzar la protección estatal.
En contraste, la situación en el sureste es más crítica. La Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) de Yucatán reportó 57 nuevos casos, elevando el acumulado estatal a 1,178 en 91 de los 106 municipios.
La plaga ha afectado a bovinos, porcinos, caninos y ovinos con heridas abiertas.
Las autoridades yucatecas mantienen un monitoreo continuo y ofrecen atención veterinaria gratuita en campo, logrando la recuperación de los animales sin necesidad de sacrificio o cuarentena.
Se insta a los productores a mantener vigilancia y reportar cualquier caso sospechoso.
Las estrategias de control federales y estatales se centran en la detección temprana, la respuesta inmediata y la coordinación con el sector ganadero. Se utilizan métodos como baños de aspersión, tratamientos larvicidas y la liberación de más de 4 mil millones de moscas estériles a nivel nacional.
A pesar del brote en Yucatán, Senasica considera que el riesgo de establecimiento del GBG en Nuevo León es mínimo, en parte por las condiciones climáticas poco favorables en la región y la rápida contención.












