La Fatiga en el Poder: Trump Enfrenta Escrutinio por Aparentar Dormitar en Reuniones Oficiales



Durante una reunión de gabinete el martes que se extendió por más de dos horas, el presidente Donald Trump, de 79 años, pareció tener dificultades para mantenerse despierto. Las cámaras lo captaron en varias ocasiones cerrando los ojos por varios segundos, inclinándose en su silla y dando la impresión de cabecear mientras miembros de su equipo, como el secretario de Estado Marco Rubio y la secretaria de Agricultura Brooke Rollins, elogiaban su gestión. Este incidente se volvió viral y generó una amplia discusión en los medios de comunicación.
La Casa Blanca negó que el presidente se hubiera quedado dormido. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, afirmó en un comunicado que Trump estaba "escuchando atentamente y dirigiendo toda" la reunión. Curiosamente, al inicio del encuentro, el propio Trump había criticado a la prensa por el escrutinio sobre su fatiga y edad, asegurando ser "más listo que hace 25 años" y haber obtenido "todos sobresalientes" en su examen físico. El mandatario también había tenido una noche activa en redes sociales, con publicaciones hasta casi la medianoche del lunes.
Este no es un hecho aislado.
En noviembre, Trump pareció dormitar durante un acto en el Despacho Oval y en mayo se le observó en una situación similar en Riad. Estos episodios han llevado a que el gobernador de California, Gavin Newsom, lo apodara "Trump el dormilón", en una clara alusión al apodo "Biden el dormilón" que Trump usaba para su predecesor. Un informe de The New York Times señaló que la agenda pública de Trump en su segundo mandato es un 39% más reducida que en 2017, concentrándose entre el mediodía y las cinco de la tarde.
Ante las crecientes dudas, la Casa Blanca ha defendido la salud del presidente, calificando las versiones contrarias como "fake news".
El médico de Trump, Sean Barbabella, sostiene que el mandatario goza de una "excelente salud cognitiva y física" y recientemente publicó una carta informando que una resonancia magnética cardiovascular y abdominal arrojó resultados "perfectamente normales", aunque algunos expertos médicos consideraron la información poco clara.









