Violencia en Nigeria: El Papa León XIV Exige la Liberación de Cientos de Secuestrados



Desde la plaza de San Pedro, el Papa León XIV expresó su “profundo dolor” y consternación por una serie de secuestros masivos en Nigeria y Camerún, exigiendo la liberación de todos los rehenes. Su mensaje, pronunciado durante el Ángelus, se centró en un reciente ataque a la Escuela Secundaria Católica St.
Mary’s en Papiri, estado de Níger, donde bandidos armados secuestraron a 315 personas: 303 estudiantes, algunos de tan solo 10 años, y 12 docentes.
Aunque 50 de los escolares lograron escapar, la comunidad internacional ha sido sacudida por la magnitud del suceso.
Este secuestro no es un hecho aislado, sino parte de una espiral de violencia que afecta al país.
En la misma semana, se registraron otros dos raptos significativos: 25 niñas en el estado de Kebbi y 38 feligreses en Kwara, donde además dos personas fueron asesinadas. Como medida preventiva, el gobierno nigeriano ordenó el cierre de 41 internados considerados de alto riesgo, mientras las fuerzas de seguridad han desplegado operativos de rescate en terrenos de difícil acceso. La crisis de seguridad en Nigeria es compleja, involucrando a grupos extremistas como Boko Haram y el Estado Islámico, así como a numerosas bandas criminales que han hecho del secuestro una práctica lucrativa y una herramienta para generar terror. Organizaciones como UNICEF han alertado sobre la vulnerabilidad de los centros educativos, señalando que solo el 37 % de los colegios en los estados más afectados cuentan con sistemas de alerta temprana. Por su parte, la Unión Africana condenó los hechos y subrayó que miles de niños en el continente viven bajo amenazas constantes. El llamado del Papa León XIV no solo busca la liberación de los rehenes, sino que también es una petición para que los gobiernos y organismos internacionales tomen “decisiones adecuadas y oportunas” para proteger a las comunidades vulnerables. Su mensaje insiste en la necesidad de acciones concretas, más allá de las oraciones, para garantizar que las escuelas e iglesias vuelvan a ser espacios seguros en una nación que anhela la paz.










