Frida Kahlo: La subasta de 'El sueño' que podría redefinir la historia del arte femenino y latinoamericano



El próximo 20 de noviembre, la casa de subastas Sotheby's en Nueva York pondrá a la venta la pintura 'El sueño (La cama)' de Frida Kahlo, un acontecimiento que expertos califican como histórico para el arte latinoamericano. Con un precio de salida estimado entre 40 y 60 millones de dólares, la obra podría convertirse en la más cara de una artista femenina, superando el récord de 44.4 millones de dólares de Georgia O’Keeffe, y también en la de mayor valor para un artista de América Latina. Realizada en 1940, la pintura proviene de la colección privada de Daniel Filipacchi, considerada una de las más importantes de arte surrealista. Según el curador Juan Coronel Rivera, la pieza es singular dentro de la producción de Kahlo, ya que la representa en un estado de tranquilidad y paz, a diferencia de otras obras marcadas por la angustia. Este tema se relaciona con la necesidad de la artista de usar medicamentos para dormir debido al dolor crónico que padecía.
Aunque la obra muestra influencias del surrealismo, movimiento con el que Kahlo tuvo contacto en París, ella siempre mantuvo una distancia crítica, considerándolo burgués. La venta de 'El sueño' es posible porque la obra salió de México en la década de 1980, antes de que la producción de Kahlo fuera declarada Monumento Artístico el 18 de julio de 1984.
Dicha declaratoria protege las piezas que se encuentran en el país, pero no afecta a las que ya estaban en colecciones extranjeras.
El valor de la artista ha crecido exponencialmente, pues en los años 80 sus cuadros se cotizaban entre 40 y 70 mil dólares. Expertos como Coronel Rivera especulan que el destino de la pintura podría ser un museo en Medio Oriente, ya que pocos coleccionistas en América Latina podrían pagar dicha suma. Otros, como el curador Cuauhtémoc Medina, expresan su preocupación de que la obra sea tratada únicamente como un activo financiero y almacenada fuera de la vista del público. La subasta también subraya la desigual valoración en el mercado entre Kahlo y su esposo, Diego Rivera, cuya obra alcanza precios considerablemente menores, y reafirma a Frida como una figura pionera en el arte con perspectiva de género.













