Robo en el Louvre: Falla de seguridad histórica desata cacería internacional

Un comando de cuatro individuos perpetró un audaz robo en el Museo del Louvre, sustrayendo joyas históricas valoradas en 88 millones de euros. Los hechos ocurrieron un domingo por la mañana, poco después de la apertura del museo, cuando los ladrones utilizaron un montacargas para acceder a la Galería de Apolo a través de una ventana. En una operación que duró menos de ocho minutos, se apoderaron de nueve joyas, entre ellas una diadema de perlas de la emperatriz Eugenia y un conjunto de zafiros de la reina María Amelia. Durante su huida en motocicletas, una de las piezas, una corona, fue abandonada y recuperada con daños. La investigación está en pleno curso, con las autoridades analizando más de 150 muestras de ADN y huellas dactilares recolectadas en el lugar. La procuradora de París, Laure Beccuau, se mostró optimista, indicando que los resultados de los análisis, junto con imágenes de videovigilancia pública y privada, podrían abrir pistas para identificar a los autores. La prioridad es detener a los responsables antes de que las joyas sean desmanteladas. La UNESCO condenó enérgicamente el robo, advirtiendo sobre el peligro para la conservación de objetos históricos. El incidente ha revelado graves fallas en la seguridad del museo, que recibió nueve millones de visitantes el año pasado. La directora del Louvre, Laurence des Cars, calificó el suceso como una "inmensa herida" y un "terrible fracaso", admitiendo la falta de cobertura de cámaras en el perímetro exterior. En una comparecencia ante el Senado, asumió su responsabilidad y presentó su dimisión, la cual fue rechazada por el gobierno. El presidente francés, Emmanuel Macron, ordenó acelerar el refuerzo de la seguridad en el recinto, que reabrió sus puertas tras permanecer cerrado varios días. La espectacularidad del robo y la huida de los ladrones, captada en video y difundida en redes sociales, ha generado una gran atención mediática. Las imágenes muestran a los delincuentes descendiendo tranquilamente en la plataforma del montacargas. Incluso la empresa alemana fabricante del vehículo aprovechó la notoriedad para lanzar una campaña publicitaria.

El caso ya es considerado uno de los robos más impactantes en la historia reciente de Francia.