
Gastronomía Mexicana: Tradición e Innovación



La cocina mexicana se presenta como un campo de constante evolución, donde conviven recetas tradicionales con audaces innovaciones culinarias. Entre los platillos clásicos se detallan preparaciones como los chilaquiles, presentados en una versión con mole y otra rellenos de queso Oaxaca y chicharrón prensado. También se explora la receta de las enchiladas suizas rojas, aclarando su origen mexicano en el Sanborns de los Azulejos en la Ciudad de México, y se ofrece una ensalada de elote con queso cotija como una guarnición versátil. Un ingrediente destacado en varias recetas es el chicharrón, cuyo consumo se analiza desde una doble perspectiva.
Por un lado, ofrece beneficios como su aporte de proteínas, colágeno y grasas saludables como el ácido oleico. Por otro lado, un consumo excesivo puede ser perjudicial debido a su alto contenido de grasas saturadas, sodio y calorías.
Se distingue además el chicharrón prensado, definido como los restos de la fritura que se compactan para eliminar el exceso de grasa y se utilizan comúnmente en guisados, adquiriendo un color rojizo por la sal de nitro que se le añade. La creatividad culinaria se manifiesta en fusiones gastronómicas de temporada, especialmente para el Día de Muertos. El ejemplo más notable es el “pambamuerto”, una creación de Antojitos Muy Vargas en la Ciudad de México que combina el pan de muerto con el relleno y la salsa de un pambazo. A esta tendencia se suman otras invenciones como la “muertorta”, la “tlaloconcha” y las “conchamuertos”, que ganan popularidad a través de las redes sociales.
Estas innovaciones demuestran que la gastronomía mexicana es una tradición viva, capaz de reinventarse y atraer a nuevos públicos sin perder su esencia cultural.
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Eres Steve Jobs, diriges una de las multinacionales más importantes del mundo y eres rico. Puedes permitirte el coche que quieras y hasta cambiarlo dos veces al año. El que fuese uno de los fundadores de Apple tenía esta extraña "manía" de cambiar su flamante Mercedes-Benz cada semestre y lo cierto es que no era por simple derroche.Jobs jamás llegó a mtricular ninguno de sus Mercedes durante el tiempo en que fue cambiándolos tan asiduamente. Y en realidad tenía mucho que ver una cosa con la otra.Steve Jobs y el agujero legal del estado de California Que Steve Jobs era un tipo peculiar es bien sabido. Incluso en aspectos a priori triviales como son los nombres o los números. Respecto a lo primero, hay una leyenda que dice que eligió el nombre de "Apple" para salir antes que Atari en los listines telefónicos. En lo que a numerología se refiere, estaba tan obsesionado con ser el número uno que con tal de tener la primera tarjeta de empleado aceptó ser el empleado número cero.Con las matrículas del coche le debía parecer también que ninguna era lo suficientemente bonita. Se dice que a Jobs no le hacía gracia que una serie de letras y números aleatorios pudiesen vincularse a él sin poder remediarlo. Así que, si podía elegir, prefería no llevar matricula. Y podía hacerlo... durante un tiempo.Las respuestas a las preguntas de por qué Steve Jobs cambiaba tanto de coche y por qué nunca los matriculaba van unidas. Y es que, para evitar tener siempre una matrícula única asociada a su persona, aprovechaba un vacío legal que conceden las leyes de California, estado en el que residía. No llevar matrícula en el coche es legal en California, aunque sólo durante los primeros meses Esas leyes dicen que un vehículo puede circular sin matrícula durante seis meses. Osea que durante medio año desde que se saca del concesionario, cualquier ciudadano puede llevar el coche "desnudo" de placa. Con seis meses y un día, ya era ilegal no llevar matrícula, por lo que Jobs se daba buena prisa de tener ya un recambio cuando llegaba esa fecha. El máximo responsable de Apple llegó a un acuerdo con un concesionario que ofrecía alquiler de vehículos para que le dieran un nuevo Mercedes SL 55 AMG cada seis meses. Así se libraba de tener que llevar una matrícula mientras sustituyera el coche de forma regular. En Applesfera "Hay que esconder los Porsche ya": Steve Jobs sabía que el futuro de Apple dependía de lo que había en su parking Lógicamente cambiar de coche es algo tedioso, pero Jobs aprovechó su buena reputación para llegar a un acuerdo con Mercedes y estrenar un Mercedes SL 55 AMG cada seis meses. De ese modo se ahorraba todo el papeleo de tener que comprar uno nuevo y también de matricularlo.Una curiosidad más sobre Steve Jobs que se une a una larga colección que hacen del fundador de la compañía de Cupertino un personaje de lo más singular. Un hombre que sabía lo que quería, que lo mostró al mundo con diseños revolucionarios para los productos y que sabía, además, que no quería llevar matrícula en su Mercedes.Imagen de portada | Getty Images y Cédric Streit en UnsplashEn Applesfera | Cómo era el día a día de Steve Jobs cuando trabajaba en Apple y PixarEn Applesfera | Nuevo CarPlay Ultra: características, coches compatibles, qué iPhone se necesita y más información - La noticia Steve Jobs cambiaba de coche cada seis meses, pero jamás los matriculó y nunca le multaron por ello. Así lo logró fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .

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