Omar García Harfuch lidera la nueva estrategia de seguridad de México contra los cárteles



Bajo la dirección de la presidenta Claudia Sheinbaum, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, ha implementado una nueva y agresiva estrategia para combatir a los cárteles, marcando un cambio radical respecto a la política de “abrazos, no balazos” de la administración anterior. Considerado un “zar de la seguridad”, García Harfuch ha consolidado el control sobre las fuerzas de seguridad, agencias de inteligencia y fiscales federales, enfocándose en ataques quirúrgicos y un fuerte despliegue en zonas controladas por el crimen organizado.
Durante los primeros 14 meses del nuevo gobierno, las autoridades afirman haber detenido a casi 39,000 personas por delitos violentos, incautado 20,000 armas y destruido 1,760 laboratorios de drogas, cifras casi cuatro veces superiores a las del gobierno previo.
Estos esfuerzos, según datos gubernamentales, han contribuido a una reducción del 22% en los homicidios y del 15% en los robos con violencia, alcanzando los niveles más bajos en una década. El propio García Harfuch, quien sobrevivió a un intento de asesinato en 2020, ha enfatizado que su enfoque es golpear las estructuras criminales en todos los niveles.
Sin embargo, la estrategia enfrenta importantes desafíos.
Mientras algunos delitos violentos disminuyen, los secuestros, las extorsiones y las desapariciones han aumentado un 3%, 3% y 9% respectivamente.
Además, la percepción de inseguridad entre los mexicanos ha aumentado al 63%. Analistas de seguridad, como Eduardo Guerrero, reconocen la capacidad de García Harfuch pero dudan que el problema pueda ser erradicado debido al poder de los cárteles. Adicionalmente, el debilitamiento del Cártel de Sinaloa parece haber fortalecido a su rival, el Cártel Jalisco Nueva Generación. En el ámbito internacional, la gestión de García Harfuch ha mejorado la cooperación en seguridad con Estados Unidos, aumentando el intercambio de inteligencia y apaciguando a Washington. A pesar de que el presidente Donald Trump ha sugerido la posibilidad de atacar a los cárteles, García Harfuch confía en que no habrá intervención militar estadounidense, afirmando que México solo necesita información, no tropas extranjeras.
Considerado el segundo funcionario más poderoso del país, García Harfuch es visto como un posible sucesor presidencial para 2030.


