Del Caribe a la Industria: Innovación Politécnica Transforma el Sargazo en Solución para la Contaminación del Agua



Estudiantes de la maestría en Sostenibilidad de Innovación en Tecnología Ambiental de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del IPN, crearon un sistema que utiliza el sargazo como materia prima para fabricar electrodos capaces de degradar contaminantes complejos. El equipo, conformado por Geovani Flores Sánchez, Frida López López, Ángel Eduardo Lugo Dorantes y José Fernando Carmona Neri, enfoca su tecnología en las aguas residuales de la industria textil, específicamente en la eliminación del pigmento índigo usado en las mezclillas, el cual es muy difícil de remover con métodos convencionales. El proceso inicia con la deshidratación del sargazo para luego someterlo a una técnica llamada pirólisis, un tratamiento térmico a altas temperaturas que lo convierte en un carbón vegetal conocido como "biochar".
A este material le agregan catalizadores especiales, también desarrollados por ellos, para modificar su estructura y obtener nanotubos de carbono y grafeno de tamaños nanométricos uniformes.
Finalmente, para fabricar los electrodos, combinan el biocarbón con semiconductores y lo someten a otro proceso térmico que le otorga la dureza y conductividad eléctrica necesarias para el proceso electroquímico. Con una visión integral de sostenibilidad, los estudiantes incorporaron paneles solares para abastecer de energía a todo el sistema de descontaminación. La eficacia de los electrodos ya fue probada con éxito a nivel semipiloto, utilizando agua residual real donada por una empresa textil.
Gracias a su innovación, el proyecto obtuvo el primer lugar en la Incubadora de Talento Hídrico InnoDrop, y con el capital semilla obtenido, el equipo buscará incubar el proyecto para escalar su producción y llevar la tecnología al sector industrial. Esta iniciativa no solo ofrece una solución a la contaminación industrial, sino que también propone un uso para las masivas acumulaciones de sargazo, las cuales representan un riesgo para la salud al contener elementos como arsénico y plomo, y al liberar gas sulfhídrico durante su descomposición, causando problemas en la piel y vías respiratorias.





