Prueba de Misil Balístico de EE. UU. Reafirma Disuasión Nuclear en Medio de Tensiones Globales

Estados Unidos ha realizado una prueba de su misil balístico intercontinental Minuteman III, una maniobra de rutina que busca validar la fiabilidad de su arsenal pero que resuena con fuerza en un escenario de crecientes tensiones nucleares con Rusia y China.

Estados Unidos realizó un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM) Minuteman III desarmado desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California. La prueba, denominada GT 254, tuvo como objetivo principal comprobar la efectividad, disponibilidad y precisión del sistema ICBM, considerado una piedra angular de la defensa nacional estadounidense. Según la teniente coronel Karrie Wray, comandante del 576.º Escuadrón de Pruebas de Vuelo, la evaluación busca verificar y validar la capacidad del sistema para cumplir su misión, y los datos recopilados son invaluables para garantizar su fiabilidad continua. El ensayo fue ejecutado por el Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea. Durante la operación, un equipo de aviadores activó el misil a través del Sistema de Control de Lanzamiento Aéreo (ALCS) a bordo de un avión E-6B Mercury. El vehículo de reentrada del misil, que no portaba armamento, recorrió más de 6,700 kilómetros hasta alcanzar su objetivo en el atolón Kwajalein, en las Islas Marshall. Aunque el Pentágono ha insistido en que se trata de una prueba rutinaria, planificada con antelación y sin relación con eventos mundiales específicos, su ejecución se produce en un contexto de crecientes tensiones nucleares. La maniobra ocurre días después de que Estados Unidos ordenara reactivar aspectos de su programa de ensayos nucleares en respuesta a ejercicios armamentísticos de Rusia y China. Expertos señalan que el lanzamiento también envía un mensaje estratégico de fortaleza a los aliados de la OTAN y del Indo-Pacífico. El Minuteman III, en servicio desde la década de 1970, es el pilar terrestre de la tríada nuclear de Estados Unidos y será reemplazado en la próxima década por el sistema LGM-35A Sentinel. Mientras tanto, Rusia continúa con sus propios ensayos de misiles como los Yars, y China avanza en el despliegue de sus ICBM DF-41. El Kremlin ha advertido que Moscú responderá de forma simétrica si otros países abandonan la moratoria de pruebas nucleares.