Protestas y Ausencias Notorias Marcan la Cumbre Climática COP30 en la Amazonia



La ciudad amazónica de Belém es la sede de la trigésima cumbre climática de Naciones Unidas (COP30), un evento que ha atraído la atención mundial por las protestas que lo rodean. Miles de manifestantes, incluyendo una notable presencia de grupos indígenas, han marchado en la ciudad para presionar a los negociadores reunidos. Sus demandas son claras y urgentes: tomar medidas inmediatas contra el calentamiento global, con un énfasis particular en la preservación de la selva amazónica y el fin de la era de los combustibles fósiles. La tensión ha sido palpable, y las protestas han incluido un intento por parte de manifestantes indígenas de forzar la entrada al recinto de la cumbre. En el ámbito diplomático, la cumbre ha estado marcada por una ausencia significativa.
Estados Unidos fue objeto de críticas al ser galardonado con el premio satírico ‘Fósil del Día’ el viernes, un reconocimiento negativo otorgado por su inasistencia al evento. Este gesto subraya el escrutinio al que se enfrentan las naciones por su compromiso en la lucha climática. El telón de fondo de estas discusiones es la creciente evidencia científica sobre el problema; una de las notas menciona una investigación publicada en la revista Nature Climate Change que aborda una de las principales causas del calentamiento global, aunque el texto proporcionado no especifica cuál es.












