México en la vanguardia de la movilidad: de la fabricación de autos eléctricos a la revolución de los semáforos



Sonora se posiciona como un actor clave en la electromovilidad con el proyecto BMC “De Sonora al mundo”, una iniciativa que busca fabricar el primer prototipo de un vehículo eléctrico desarrollado en la entidad. El plan, liderado por Beyond Borders Automotive México en colaboración con el Instituto Tecnológico de Hermosillo (ITH) y el gobierno estatal, contempla una producción inicial de 2,000 unidades con la meta de alcanzar 18,000 anuales. El gobernador Alfonso Durazo Montaño destacó que este esfuerzo se alinea con el Plan Sonora de Energías Sostenibles y busca consolidar al estado como un referente en innovación, aprovechando su experiencia en manufactura automotriz y sus ventajas logísticas.
El proyecto también incluye la formación de talento especializado a través de la Educación Dual.
Este impulso no es aislado.
A nivel nacional, surgen otras propuestas como el auto “Totalmente Tlaxcalteca” y el proyecto Olinia, también en Sonora, que ha recibido el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum. Estos desarrollos marcan un cambio de paradigma para México, transitando del ensamblaje y la maquila hacia el diseño, la propiedad intelectual y la creación de cadenas de suministro locales, incluyendo la fabricación de baterías. La conversación nacional se enfoca ahora en la capacidad del país para generar una industria de electromovilidad con sello propio, aprovechando recursos como el litio y la infraestructura energética existente. Paralelamente, una innovación en la gestión del tráfico emerge para complementar la transición hacia los vehículos autónomos (AV). Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte propusieron añadir una cuarta luz blanca a los semáforos. Su función sería indicar a los conductores humanos que deben seguir al vehículo de adelante, mientras un grupo de AV se comunica entre sí para optimizar el flujo en las intersecciones. Las simulaciones muestran una posible reducción de hasta un 94% en los tiempos de espera y un significativo ahorro de combustible. Esta tecnología, que ya se encuentra en fase de pruebas piloto en ciudades de Estados Unidos como Raleigh y Durham, ha generado interés a nivel global. En México, se evalúa la posibilidad de implementar programas piloto en la Ciudad de México y Monterrey. A pesar de los beneficios potenciales, la propuesta enfrenta desafíos como los costos de implementación, la necesidad de una regulación estandarizada y la educación masiva de los conductores para generar confianza en el sistema. Ambas tendencias, la producción local de vehículos eléctricos y la modernización de la infraestructura vial, señalan una transformación profunda en el futuro de la movilidad en el país.




