Contrastes del Bienestar Animal en México: Avances Legislativos Frente a Crisis Locales



En un avance significativo para el bienestar animal, el Congreso de la Ciudad de México aprobó reformas a la Ley de Protección y Bienestar de los Animales, prohibiendo la exhibición física de perros y gatos en tiendas de mascotas y establecimientos comerciales. La nueva normativa estipula que la venta de estos animales deberá realizarse exclusivamente por catálogo y con cita previa, asegurando que provengan de criaderos regulados. Los ejemplares deberán ser entregados esterilizados, desparasitados, con microchip de identificación y con al menos cuatro meses de edad. El incumplimiento de estas disposiciones acarreará multas que van desde los 16,900 hasta los 339,000 pesos. Esta medida, que entrará en vigor 365 días después de su publicación, busca desincentivar la compra impulsiva, evitar el hacinamiento y el estrés de los animales, y combatir la explotación en criaderos clandestinos. Paralelamente, diversas administraciones locales impulsan acciones para el cuidado de animales de compañía. En Los Cabos, Baja California Sur, el gobierno municipal, en colaboración con la organización Casa Sheila, llevó a cabo una jornada de esterilización gratuita para perros y gatos en la que se atendieron más de 450 mascotas y se aplicaron vacunas antirrábicas. De manera similar, en Matamoros, Tamaulipas, el alcalde Beto Granados promovió la instalación de un Módulo de Zoonosis para acercar servicios de vacunación y prevención a la comunidad, reforzando el compromiso con la salud pública y la tenencia responsable.
No obstante, estos avances contrastan con situaciones críticas en otras partes del país.
En Cuajimalpa, CDMX, el “Refugio Franciscano”, un albergue con 48 años de historia que daba hogar a más de mil animales, fue desalojado por una orden judicial. La directora del refugio denunció que el desalojo se realizó con violencia, generando una gran preocupación por el bienestar y el destino de los perros y gatos que permanecen en el inmueble. Por otro lado, en un fraccionamiento de Juárez, vecinos denunciaron la existencia de un terreno baldío utilizado como cementerio clandestino de mascotas y tiradero de basura, lo que representa un foco de infección y un problema de salud pública que evidencia las carencias en la gestión de residuos y el respeto a los animales.






















