La Factura Climática: Greenpeace Expone el Costo de la Inacción Gubernamental en México



En una protesta simbólica en Acapulco, Guerrero, Greenpeace exhibió una manta de 24 metros con forma de ticket en un edificio abandonado tras el paso del huracán Otis. La cifra plasmada, 177,423,355,160.82 pesos, representa la estimación de daños por fenómenos meteorológicos en México en los últimos 10 años, desde la firma del Acuerdo de París, según datos del CENAPRED. La acción se realizó a pocos días del inicio de la 30ª Conferencia de las Partes (COP 30) en Brasil, buscando presionar al gobierno mexicano para que asuma compromisos más ambiciosos. El lugar de la protesta, un inmueble que sigue en ruinas dos años después del huracán, fue elegido para simbolizar la vulnerabilidad y el abandono que sufren las comunidades afectadas. Viridiana Lázaro, campañista de Greenpeace México, denunció que "el costo de la crisis climática lo está pagando la gente, mientras que el gobierno sigue destinando el presupuesto público para construir megaproyectos fósiles". La organización criticó la contradicción de financiar la industria de combustibles fósiles, que agrava el cambio climático, en lugar de destinar recursos a la adaptación, la atención a las víctimas y la restauración de ecosistemas. Se señaló específicamente a Petróleos Mexicanos (PEMEX) por ser el mayor emisor histórico de gases de efecto invernadero (GEI) en el país y por sus planes de incrementar la producción mediante fracking, al que ahora denomina "yacimientos de geología compleja". Greenpeace urgió al gobierno a que la próxima Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC 3.0) de México refleje una mayor ambición para reducir emisiones y fortalecer las políticas de adaptación. Las demandas incluyen la reducción acelerada de emisiones, presupuestos climáticos centrados en las comunidades y mecanismos de justicia ambiental para que las industrias fósiles asuman su responsabilidad. La organización advirtió que, a pesar de la creciente frecuencia de eventos extremos como inundaciones y sequías, el presupuesto para adaptación es insuficiente, dejando en riesgo a las poblaciones más vulnerables por la geografía del país y la inequidad social. El estado de Guerrero ha sido uno de los más afectados, acumulando casi la mitad del costo total con 90 mil millones de pesos en daños entre 2014 y 2022. Solo el huracán Otis generó pérdidas por más de 16 mil millones de pesos.
Además de Guerrero, se mencionó que otras entidades como Tabasco, Veracruz, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro han sufrido devastación por lluvias extraordinarias. Como modelo de acción, se destacó el caso de la comunidad de El Bosque, en Tabasco, reconocida como la primera en ser reubicada por desplazamiento climático en México.













