La Sucesión de Bolsonaro: Una Candidatura Presidencial a Cambio de Amnistía

El senador Flávio Bolsonaro ha sido designado por su padre, el expresidente encarcelado Jair Bolsonaro, como candidato para las elecciones de 2026, pero ha condicionado su participación a una posible amnistía para su progenitor.

Desde la prisión, donde cumple una condena de 27 años por intentar un golpe de Estado, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro ha designado a su hijo mayor, el senador Flávio Bolsonaro, como su sucesor político para competir en las elecciones presidenciales de 2026. La decisión fue confirmada por el propio Flávio y respaldada por el Partido Liberal, formación de ambos, así como por la esposa del exmandatario, Michelle Bolsonaro.

Poco después del anuncio, Flávio Bolsonaro introdujo una condición para su candidatura. Declaró enigmáticamente que tenía un "precio" para no llevar su aspiración hasta el final y, al ser cuestionado sobre si ese precio era una amnistía para su padre, respondió: "Está caliente". El senador, considerado más moderado que su padre, afirmó que negociaría su posible retiro de la contienda y que daría más detalles tras reunirse con líderes conservadores.

Esta declaración se produce mientras los partidarios de Bolsonaro en el Congreso impulsan sin éxito un proyecto de ley para amnistiar al expresidente y a sus seguidores condenados por la asonada de enero de 2023. La nominación de Flávio generó una reacción negativa en los mercados financieros. El índice Ibovespa de la Bolsa de Sao Paulo registró una caída del 4.3%, su mayor descenso en cuatro años, tras el anuncio. El establishment económico y político parecía preferir a Tarcísio de Freitas, gobernador de Sao Paulo, quien ha negado tener aspiraciones presidenciales y ha expresado su respaldo a Flávio.

Ante esto, el senador calificó la reacción del mercado como un "análisis anticipado" y prometió presentar un "Bolsonaro diferente, mucho más centrado".

Buscando proyectar unidad en la derecha, Flávio Bolsonaro negó cualquier "fragmentación" en el movimiento, a pesar de que otras figuras conservadoras como Romeu Zema, gobernador de Minas, mantienen sus propias aspiraciones presidenciales. El senador ha sido un fiel acompañante de su padre, especialmente durante el juicio en su contra. Su carrera política incluye un antecedente de corrupción cuando fue diputado estatal, aunque el caso fue cerrado por la justicia al determinar que las pruebas se obtuvieron de forma ilegal.