Brecha Generacional en la Política: Quiénes Son y Qué Piensan las Cohortes que Definen el Debate Actual



El concepto de 'generación' es una construcción social que va más allá de un simple rango de edad; se trata de grupos que comparten experiencias formativas, un contexto histórico similar y una conciencia colectiva articulada en torno a eventos críticos, como lo planteó el sociólogo Karl Mannheim. Esta clasificación permite comprender las actitudes y visiones del mundo que caracterizan a cada cohorte y que hoy se manifiestan en el debate público, impulsado por eventos como la llamada 'Marcha de la Generación Z'.
Actualmente, en la población activa conviven principalmente cuatro generaciones.
Los Baby Boomers (nacidos entre 1946 y 1964) surgieron tras la Segunda Guerra Mundial y se caracterizan por su cultura del esfuerzo y lealtad laboral.
Les sigue la Generación X (1965-1980), considerada una generación 'puente' que creció con el auge del consumismo y se adaptó rápidamente a la tecnología. Posteriormente, los Millennials o Generación Y (1981-1996) son los primeros 'nativos digitales', marcados por la crisis de 2008 y la expansión de internet. Finalmente, la Generación Z o Centennials (1997-2010) está completamente integrada a la sociedad digital, son multitarea y prefieren la flexibilidad laboral.
Las características de cada grupo influyen en su forma de actuar y pensar.
Mientras los Baby Boomers son 'migrantes digitales' que vivieron movimientos como la lucha por los derechos civiles, los Millennials y Centennials han crecido con las redes sociales y los dispositivos inteligentes, lo que los hace más autodidactas y emprendedores, pero con menor lealtad hacia las empresas.
La Generación X, por su parte, valora el equilibrio entre la vida personal y el trabajo.
Este marco generacional ha adquirido relevancia en la arena política reciente. La 'Marcha de la Generación Z' ha provocado que políticos de generaciones mayores, como Baby Boomers y Generación X del partido Morena, intenten construir una narrativa que vincula la manifestación con la oposición (PRIAN). Este choque ha evidenciado la dificultad de las cohortes mayores para comprender o representar las demandas de los más jóvenes, llevando el debate a recuentos de eventos históricos que la Generación Z no vivió. Además, existe la preocupación de que una posible nueva marcha sea utilizada para desacreditar y estigmatizar a este naciente movimiento juvenil.





