
Isaac del Toro finaliza en el Top 10 del Mundial de Ciclismo en Ruanda



El ciclista mexicano Isaac del Toro, de 21 años, logró una actuación histórica en el Campeonato Mundial de Ciclismo de Ruta UCI 2025, celebrado en Kigali, Ruanda. El oriundo de Ensenada finalizó en la séptima posición de la prueba de ruta élite varonil, consolidándose entre los mejores del planeta en una de las competencias más exigentes del calendario internacional. La carrera se disputó sobre un recorrido de 267.5 kilómetros con un desnivel acumulado de 5,475 metros, un desafío que puso a prueba la resistencia de los competidores. Del Toro fue protagonista durante gran parte de la jornada, llegando a liderar la competencia por más de 30 kilómetros. Sin embargo, a falta de 66 kilómetros para la meta, su coequipero del UAE Team Emirates, el esloveno Tadej Pogačar, impuso un ritmo que el mexicano no pudo sostener. A pesar de ello, Del Toro se mantuvo en el grupo de élite y cruzó la meta con un tiempo de 6 horas, 28 minutos y 7 segundos, a 6 minutos y 47 segundos del ganador. El podio fue conformado por Tadej Pogačar, quien se colgó la medalla de oro, seguido por el belga Remco Evenepoel (plata) y el irlandés Ben Healy (bronce).
Este resultado se suma al quinto lugar que Del Toro obtuvo una semana antes en la prueba de contrarreloj del mismo mundial, lo que lo posiciona dentro del Top 10 mundial en ambas disciplinas. La actuación del joven mexicano es considerada un hito para el ciclismo de México y de toda Latinoamérica, siendo además el mejor corredor Sub-23 de la prueba. Su temporada no ha terminado, ya que tiene agendadas varias competencias en Italia durante octubre, como la Coppa Agostini y el Giro de Lombardía, antes de viajar a China con su equipo.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó polémica al amenazar con retirar partidos del Mundial 2026 a ciudades gobernadas por demócratas, como Seattle y San Francisco, si las considera inseguras. Durante su mensaje desde el Despacho Oval, Trump dijo: "Si creemos que alguna ciudad puede ser siquiera un poco peligrosa para el Mundial (...) dado que se juega en tantas sedes, no lo permitiremos. Moveremos un poco las cosas. Pero espero que no sea necesario". Trump hizo especial énfasis en Seattle y San Francisco, señalando que están gobernadas por lo que llamó "lunáticos de la izquierda radical que no saben lo que se hacen". Estas declaraciones generaron preocupación entre autoridades locales y aficionados, ya que ambas ciudades tienen estadios programados para recibir partidos del torneo. El Lumen Field de Seattle, hogar de los Seattle Seahawks de la NFL, albergará seis partidos del Mundial 2026. Por su parte, el Levi's Stadium, ubicado en Santa Clara y sede de los San Francisco 49ers, también será escenario de seis encuentros. Estos recintos son parte de las 11 sedes que Estados Unidos compartirá con México y Canadá en la organización del torneo. Trump también mencionó que medidas similares podrían aplicarse para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, lo que amplió la polémica sobre la seguridad y la gestión de eventos deportivos de gran magnitud en ciudades gobernadas por demócratas. Aunque Estados Unidos coorganiza el Mundial 2026, Trump no tiene autoridad legal para cambiar la sede de ningún partido. Sin embargo, el mandatario mantiene una relación cercana con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien sí tiene la capacidad de tomar decisiones sobre los lugares donde se jugarán los encuentros. Otras ciudades estadounidenses que recibirán partidos, como Los Ángeles, Nueva York, Atlanta, Houston, Boston o Philadelphia, también están gobernadas por demócratas, lo que podría generar más tensiones si el presidente decide intervenir o presionar para modificar sedes. El sorteo de la Copa del Mundo 2026 se realizará el próximo 5 de diciembre en Washington, con la asistencia prevista de Trump. La expectativa es conocer los grupos y enfrentar posibles disputas sobre la seguridad en las ciudades seleccionadas, un tema que ha ganado relevancia tras las declaraciones del mandatario. Analistas señalan que, más allá de la retórica política, cualquier cambio de sede sería complejo y requeriría de negociaciones internacionales, ya que el Mundial es un evento con reglas estrictas de organización y planificación a largo plazo.


