El último recurso de Bolsonaro: Alega graves problemas de salud para eludir condena de 27 años en prisión

La defensa del expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha solicitado formalmente a la Corte Suprema que se le permita cumplir su condena de 27 años por golpismo en arresto domiciliario, argumentando que su delicado estado de salud representa un grave riesgo para su vida si es recluido en una prisión.

Los abogados del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, presentaron una petición al juez Alexandre de Moraes de la Corte Suprema para que el exmandatario cumpla su sentencia de 27 años y 3 meses de cárcel bajo el régimen de prisión domiciliaria. Bolsonaro fue condenado el 11 de septiembre por liderar una trama golpista con la que intentó perpetuarse en el poder tras su derrota en las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva. Actualmente, el líder ultraderechista ya se encuentra en arresto domiciliario en su residencia de Brasilia desde el 4 de agosto por incumplir medidas cautelares previas. La defensa califica la solicitud como un caso “excepcional” de naturaleza “humanitaria”, fundamentado en los reiterados problemas de salud que padece Bolsonaro, de 70 años. Alegan que el cambio de su situación actual a una prisión en régimen cerrado “tendrá graves consecuencias y representa un riesgo de vida”. Entre los padecimientos se mencionan crisis recurrentes de hipo, mareos y vómitos, que sus allegados vinculan con el apuñalamiento que sufrió en la campaña electoral de 2018 y las cirugías posteriores. La preocupación por su salud fue destacada por su hijo, el concejal Carlos Bolsonaro, quien afirmó que su padre “vomita constantemente” y expresó temor de que pueda aspirar su vómito mientras duerme, lo que podría ser fatal. Además, la defensa señaló que al expresidente se le retiraron recientemente ocho lesiones en la piel, dos de las cuales resultaron ser un tipo de cáncer en “estado precoz”, lo que requiere evaluaciones periódicas. La petición de los abogados, que se adelanta a la orden de ejecución de la sentencia, propone que Bolsonaro permanezca en su casa monitoreado con una tobillera electrónica y bajo las restricciones que la justicia determine.