Tensión en Maranello: Presidente de Ferrari critica a Hamilton y Leclerc tras desastre en Brasil



La escudería Ferrari enfrenta una crisis interna después de que sus dos pilotos, Lewis Hamilton y Charles Leclerc, abandonaran el Gran Premio de Brasil en Interlagos. El incidente, que provocó la caída del equipo del segundo al cuarto lugar en el campeonato de constructores, desencadenó una fuerte reprimenda pública por parte del presidente de la compañía, John Elkann. Durante la carrera, el monoplaza de Hamilton quedó dañado tras un contacto en la salida, mientras que Leclerc se vio forzado a retirarse después de una colisión múltiple.
Ante el mal resultado, Elkann instó a sus pilotos a "hablar menos y concentrarse en conducir". En declaraciones a medios, el directivo subrayó la necesidad de tener "pilotos que no piensen en sí mismos, sino que piensen en Ferrari", y elogió el trabajo de los mecánicos e ingenieros, señalando que el coche ha mejorado pero "el resto no está a la altura". Además, comparó el desempeño del equipo de Fórmula 1 con el éxito de la división del Campeonato Mundial de Resistencia, que ganó las 24 Horas de Le Mans. Las críticas generaron una respuesta casi inmediata de los pilotos.
A través de sus redes sociales, tanto Leclerc como Hamilton hicieron un llamado a la unidad del equipo para superar la difícil situación. Leclerc calificó el fin de semana como "decepcionante" y afirmó que "solo la unidad nos ayudará a revertir esta situación".
Por su parte, Hamilton publicó un mensaje de apoyo a su equipo y a sí mismo, asegurando: "No me rendiré.
Ni ahora, ni entonces, ni nunca".
Previamente, el piloto británico había descrito su primera temporada en Ferrari como una "pesadilla" debido a los "resultados calamitosos".
Medios italianos han comenzado a analizar las posibles causas de la crisis, vinculándola con problemas estructurales como la salida de Carlos Sainz, quien se considera que funcionaba como un nexo con los ingenieros, y las diferencias en las preferencias de puesta a punto entre Hamilton y Leclerc, lo que complica el trabajo técnico.













