Mastografías: Entre la prevención gubernamental y las advertencias de la vanidad



Con el objetivo de garantizar el derecho a la salud y fomentar la detección oportuna del cáncer de mama, el Gobierno del Estado de México, a través de la Secretaría de Salud, ha puesto en marcha un Servicio de Unidades Móviles de Mastografía. Esta iniciativa recorrerá los 125 municipios de la entidad para ofrecer a las mujeres mexiquenses estudios gratuitos, que incluyen la prueba, su interpretación y el seguimiento correspondiente en caso de detectar alguna anomalía. La Secretaria de Salud, Macarena Montoya Olvera, destacó que el programa busca fortalecer la prevención para evitar diagnósticos en etapas avanzadas.
Las unidades operarán durante noviembre y diciembre en un horario de 9:00 a 16:00 horas, con ubicaciones iniciales en Zinacantepec, Teoloyucan y Naucalpan.
Como parte del programa "Ámate, tócate y cuídate", la dependencia estatal ha emitido recomendaciones para las interesadas, como no usar desodorantes o cremas el día del estudio, presentar una identificación oficial y CURP, y vestir ropa de dos piezas.
La invitación está dirigida especialmente a mujeres mayores de 40 años o con antecedentes familiares de la enfermedad. La información sobre las ubicaciones de las unidades puede consultarse en los canales oficiales de la Secretaría de Salud. La importancia de estos estudios se ve reflejada en casos como el de la productora Esmeralda Palacios, exesposa de Facundo, quien fue hospitalizada de emergencia tras la explosión de uno de sus implantes mamarios.
Palacios relató que una mastografía especializada, realizada cinco meses antes del incidente, ya había detectado una fisura en el implante que tenía desde hacía diez años.
A pesar de la recomendación médica de retirarlos, la productora pospuso la cirugía por motivos económicos, ya que su seguro no cubría el procedimiento al considerarlo de origen estético.
Palacios confesó que su cuerpo nunca aceptó los implantes, provocándole reacciones inflamatorias y dolor.
Tras la emergencia, tuvo que costear la operación de forma privada, con ayuda de su actual esposo, Diego Muñoz, y su hija. En su reflexión, admitió que se los puso por vanidad tras su divorcio, pero que solo le trajeron problemas y una "falsa seguridad".
Su experiencia subraya no solo los riesgos de los procedimientos estéticos y sus complicaciones a largo plazo, sino también el papel crucial de la mastografía como herramienta diagnóstica y la necesidad de priorizar la salud sobre la apariencia.









