Frente Unido: Obispos de EE. UU. Emiten Histórica Condena a la Política Migratoria de la Casa Blanca



La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) emitió un ‘mensaje especial’ sin precedentes para condenar la política migratoria de la administración del presidente Donald Trump. Aprobada de forma casi unánime durante su conferencia anual en Baltimore, con 216 votos a favor, cinco en contra y tres abstenciones, la declaración representa la acción colectiva más contundente de la jerarquía católica estadounidense en defensa de los migrantes hasta la fecha. Este tipo de pronunciamiento es el primero que realizan los obispos en doce años; el último fue en 2013 en oposición al mandato federal sobre anticonceptivos.
Aunque el documento no menciona directamente a Trump ni a otros funcionarios, su contenido critica abiertamente las tácticas de deportación y la retórica antiinmigrante de la Casa Blanca. Los obispos expresaron su oposición a “la deportación masiva e indiscriminada” y pidieron el fin del “discurso deshumanizante”.
Manifestaron su profunda preocupación por el “clima de temor y ansiedad” que viven las comunidades migrantes, la estigmatización que sufren, las condiciones en los centros de detención y las amenazas de redadas en lugares como iglesias, hospitales y escuelas. Esta postura unificada del episcopado, que a menudo ha estado dividido en temas de política nacional, responde a un llamado del papa León XIV, el primer pontífice estadounidense, quien ha instado a proteger a los migrantes. La declaración también se considera un mensaje para los católicos de alto perfil en el gobierno, como el vicepresidente J.D. Vance. Los obispos recalcaron la “enorme contribución” de los inmigrantes al bienestar de Estados Unidos y abogaron por una reforma migratoria significativa. El cardenal Blase J. Cupich de Chicago fue clave al proponer una enmienda para hacer explícito el rechazo a las deportaciones masivas, la cual fue aprobada rápidamente. A pesar de los temores iniciales de algunos obispos sobre una posible reacción negativa de la Casa Blanca, la conferencia optó por presentar un frente unido en defensa de lo que describieron como “la dignidad humana otorgada por Dios”.














