La firma del acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea se vuelve incierta por la oposición de Francia e Italia



La esperada firma del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, que parecía inminente, ha entrado en una fase de incertidumbre. La cumbre del Mercosur, programada para este sábado en Foz do Iguaçu, Brasil, tenía como principal objetivo sellar el tratado, pero la oposición de Francia e Italia ha frenado el proceso en su etapa final. Inicialmente, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, había adoptado una postura firme, advirtiendo que si el pacto no se concretaba “ahora”, no se firmaría durante su mandato. El líder brasileño argumentó que el bloque sudamericano había “cedido en todo lo que era diplomáticamente posible” y se preparaba para adoptar una postura “dura” si la respuesta europea era negativa. Esta posición se dio en un contexto donde el presidente francés, Emmanuel Macron, ya se oponía al acuerdo debido a la presión de sus agricultores.
Sin embargo, el tono de Lula cambió drásticamente tras una conversación telefónica con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. La mandataria, quien también considera “prematuro” firmar el tratado, solicitó a Lula “paciencia” y un aplazamiento de entre una semana y un mes para ajustar posiciones internas.
Tras la llamada, Lula suavizó su retórica y anunció que presentará esta petición a sus socios del Mercosur (Argentina, Paraguay y Uruguay) para tomar una decisión conjunta, admitiendo que Brasil no puede forzar una firma unilateral. La resistencia europea se centra en el impacto que el acuerdo tendría sobre sus sectores agrícolas, lo que ha generado protestas.
De concretarse, el acuerdo crearía un mercado común de 722 millones de personas, facilitando el intercambio de productos como vehículos y maquinaria de Europa, y carne, soja y azúcar del Mercosur. El debate actual se centra más en el momento político que en el contenido del tratado.










