Agresión a activistas internacionales destapa la creciente violencia de colonos en Cisjordania

Un violento ataque perpetrado por colonos israelíes contra cuatro activistas internacionales en Cisjordania ha puesto de relieve la creciente tensión y agresividad en los territorios ocupados. Este incidente se enmarca en un contexto de violencia generalizada que incluye un aumento de víctimas en Gaza y acusaciones de crímenes de guerra contra Israel.

Cuatro activistas internacionales, tres de nacionalidad italiana y una canadiense, fueron agredidos durante la noche del domingo por un grupo de al menos diez colonos israelíes enmascarados en la zona de Duyuk, al oeste de Jericó. Según el testimonio de una de las víctimas, los atacantes, dos de los cuales portaban armas de fuego, los golpearon con palos mientras dormían al aire libre y les robaron sus pertenencias, incluyendo pasaportes, teléfonos y dinero. Los cuatro fueron atendidos en el hospital público de Jericó por sus lesiones y posteriormente dados de alta. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia confirmó la agresión y expresó su preocupación, solicitando a las autoridades israelíes garantizar la protección de ciudadanos extranjeros. Este suceso se inscribe en un patrón de violencia en aumento por parte de colonos en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967 donde residen más de 500,000 colonos en asentamientos considerados ilegales por la ONU. Organizaciones de derechos humanos han denunciado un incremento en las agresiones físicas, la destrucción de propiedades y la intimidación sistemática contra la población palestina y los observadores internacionales, señalando una falta de consecuencias legales para los responsables. El ataque ha reavivado la preocupación por la seguridad de los voluntarios extranjeros que realizan labores humanitarias y de acompañamiento en la región. La tensión en Cisjordania es un reflejo de un conflicto más amplio. En la Franja de Gaza, el número de palestinos muertos desde el inicio de la guerra con Hamás superó los 70,000. A pesar de un alto el fuego vigente desde el 10 de octubre, el gobierno de Hamás ha denunciado 591 violaciones por parte de Israel, que han resultado en más de 350 muertes. Paralelamente, el Comité contra la Tortura de la ONU acusó a Israel de mantener una “política estatal de facto de tortura organizada y generalizada” y de imponer un “castigo colectivo” a la población civil. La inestabilidad regional se extiende a otras fronteras, como lo demuestra un reciente ataque israelí en el sur de Siria que dejó al menos 13 muertos y que el gobierno de Damasco calificó como un “crimen de guerra”.