México en la COP30: Un Plan Climático Ambicioso en Medio de Negociaciones Globales Cruciales



Durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) en Belém, Brasil, México presentó su nueva Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC 3.0), un plan actualizado para la acción climática. La secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, detalló que el país se compromete a metas absolutas de mitigación para 2035, fijando un rango de entre 364 y 404 millones de toneladas de carbono equivalente de forma no condicionada, y entre 332 y 363 millones si se recibe apoyo internacional. Por primera vez, el plan incluye un componente específico sobre "pérdidas y daños" para responder a los efectos de huracanes y sequías que afectan a las comunidades. Esta actualización fue el resultado de un proceso participativo que integró a comunidades, especialistas y a los estados a través de la Asociación Nacional de Autoridades Ambientales Estatales (ANAAE). La estrategia mexicana también contempla una transición energética justa, con el objetivo de que las energías renovables representen el 45% de la matriz para 2035, y la conservación del 30% del territorio para 2030. En este contexto, Bárcena afirmó que el aumento de la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) es compatible con las metas si se compensan sus emisiones con soluciones basadas en la naturaleza. Además, México impulsó la creación del Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya junto a Guatemala y Belice.
El gobierno mexicano hizo un llamado a que el financiamiento internacional sea accesible y sin condiciones que obstaculicen proyectos urgentes, así como a una mayor cooperación tecnológica.
La presentación de México se enmarca en las complejas negociaciones de la COP30, lideradas por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Los principales puntos de discordia entre los casi 200 países son el establecimiento de una hoja de ruta para abandonar los combustibles fósiles, el financiamiento para la adaptación climática y las medidas comerciales unilaterales, como el "impuesto sobre el carbono" de la Unión Europea, que México considera un obstáculo. Mientras una coalición de más de 80 países apoya la eliminación progresiva de los fósiles, naciones productoras de petróleo se muestran reticentes. El objetivo de la cumbre es reafirmar la meta de limitar el calentamiento global a 1.5 °C.












