El Pacto Final de las Gemelas Kessler: Iconos Europeos Eligen una Muerte Unida

Las gemelas Alice y Ellen Kessler, icónicas artistas alemanas que conquistaron la televisión europea, han fallecido a los 89 años en un acto de suicidio asistido conjunto, cumpliendo así su deseo de partir de este mundo de la misma manera en que llegaron: juntas.

Alice y Ellen Kessler, las célebres gemelas alemanas que se convirtieron en un referente de la televisión italiana en las décadas de 1950 y 1960, fallecieron juntas a los 89 años el 17 de noviembre de 2025. Su muerte ocurrió en su residencia en Grünwald, cerca de Múnich, mediante un suicidio asistido, una decisión que, según la Asociación Alemana para una Muerte Digna (DGHS), fue voluntaria, consciente y premeditada.

Las autoridades bávaras que acudieron al domicilio confirmaron los decesos y descartaron la intervención de terceros. En el procedimiento estuvieron presentes un médico y un abogado, conforme a la práctica del suicidio asistido, que fue despenalizado en Alemania en 2020 y se diferencia de la eutanasia, la cual permanece ilegal. Nacidas el 20 de agosto de 1936 en Nerchau, Alemania, las hermanas Kessler mostraron talento artístico desde una edad temprana, formándose en ballet clásico. A los 18 años se mudaron a Alemania Occidental, donde comenzaron su carrera en el mundo del espectáculo. Su fama internacional despegó en 1959, cuando representaron a su país en el Festival de Eurovisión. Sin embargo, fue en Italia, a donde se trasladaron en 1960, donde alcanzaron el estatus de íconos culturales. Se convirtieron en símbolos de la "Dolce Vita", participando en numerosos programas de televisión, películas y espectáculos de cabaret. Su influencia fue tal que a los 40 años posaron para la edición italiana de 'Playboy', logrando el número más vendido de la revista en el país hasta ese momento. Las gemelas habían expresado públicamente en el pasado su deseo de "morir juntas", un pacto de vida que culminó con su decisión de no seguir viviendo. Dejaron una carta de despedida reafirmando su voluntad de cerrar su ciclo vital acompañándose mutuamente. Sus deseos finales incluían que sus cenizas fueran depositadas en la misma urna, junto a las de su madre, Elsa, y su perro, Yello. El legado de las hermanas Kessler no solo reside en su exitosa carrera artística, sino también en su inquebrantable vínculo fraternal, que mantuvieron hasta su último momento, dejando un mensaje sobre la autonomía y la dignidad al final de la vida.