Banxico recorta la tasa de interés en medio de una economía débil y una división interna sobre los riesgos inflacionarios



La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió por mayoría reducir la tasa de interés de referencia en 25 puntos base, situándola en 7.25%. Esta medida representa el duodécimo recorte dentro de un ciclo de flexibilización monetaria que comenzó en marzo de 2024, cuando la tasa se ubicaba en 11.25%. La mayoría de los miembros argumentó que la debilidad de la actividad económica en el país contribuirá a una menor inflación general, a pesar de los riesgos que podrían presionar los precios. La decisión se enmarca en un contexto de desaceleración económica. Según las minutas de la reunión, casi todos los integrantes de la Junta señalaron que la actividad económica presentó una contracción en el tercer trimestre de 2025 en comparación con el trimestre anterior. Este retroceso se atribuye principalmente a la caída de la producción industrial, la debilidad en el sector de la construcción y una moderación en el ritmo de expansión del sector servicios.
Un miembro advirtió que aproximadamente el 75% de los sectores económicos están estancados o muestran un bajo dinamismo.
No obstante, la decisión no fue unánime.
El subgobernador Jonathan Heath votó en contra, argumentando que la tasa debería haberse mantenido en 7.50%. Heath expresó su preocupación de que la reducción envíe un "mensaje de complacencia" ante presiones inflacionarias persistentes, lo que podría deteriorar las expectativas. Señaló que el problema fundamental de la inflación subyacente, que se mantiene por encima del 4.20%, aún no se ha resuelto y que las expectativas para este indicador han sido revisadas al alza. Heath advirtió que una relajación monetaria prematura podría llevar a niveles de neutralidad en un entorno de inflación todavía elevada, con efectos regresivos para la población. En su opinión, la guía prospectiva de Banxico debería dejar de señalar reducciones adicionales hasta que haya señales claras de convergencia hacia el objetivo puntual del 3%, en lugar de simplemente mantenerse dentro del rango de variabilidad. Por ello, consideró necesario modificar el mensaje de la política monetaria ante el deterioro inflacionario.





