Vulnerabilidad en el Louvre: entre robos audaces y fallas estructurales, la seguridad del museo está en entredicho

El Museo del Louvre enfrenta una crisis de confianza tras una serie de incidentes que han expuesto fallas en su seguridad y en la integridad de su edificio. Un espectacular robo de joyas, una intrusión de 'tiktokers' y el cierre de una galería por riesgos estructurales han puesto al museo más visitado del mundo bajo un intenso escrutinio.

El Museo del Louvre anunció el cierre preventivo de la galería Campana, que alberga nueve salas de cerámica griega antigua, tras una auditoría que reveló una "especial fragilidad" en las vigas que sostienen el segundo piso del ala sur del cuadrilátero Sully. La decisión, tomada tras un informe técnico del 14 de noviembre, también implicó el bloqueo de oficinas en la zona, lo que requirió la reubicación de 65 empleados. Según los informes, estas deficiencias estructurales se deben a un diseño arquitectónico complejo y a obras realizadas en la década de 1930. Este cierre se produce en un momento en que el museo se encuentra bajo presión por recientes fallas de seguridad. El 19 de octubre, la institución sufrió un espectacular robo en la galería de Apolo, cuando cuatro individuos utilizaron un montacargas y una sierra radial para acceder a través de una ventana. En pocos minutos, sustrajeron ocho joyas imperiales, incluyendo una diadema de la emperatriz Eugenia y un conjunto de la reina María Amelia, con un valor estimado superior a los 100 millones de dólares (o 88 millones de euros, según otra fuente).

Las joyas aún no han sido recuperadas.

El número de detenidos varía según los informes, con algunas fuentes citando a tres personas inculpadas y encarceladas, y otras mencionando siete sospechosos arrestados.

La seguridad del Louvre fue cuestionada nuevamente un mes después del atraco, cuando dos 'tiktokers' belgas, Neal y Senne, lograron burlar los controles para colgar un retrato de sí mismos, montado sobre una estructura de Lego, en la misma sala donde se exhibe la Mona Lisa.

Los jóvenes documentaron su hazaña en redes sociales, evidenciando las vulnerabilidades del recinto.

Estos eventos combinados han puesto de relieve los desafíos que enfrenta el Louvre para resguardar su patrimonio y garantizar la seguridad de sus instalaciones, que albergan cerca de 480,000 obras y reciben más de 8 millones de visitantes al año.