La presidenta Claudia Sheinbaum invitó al papa León XIV a México y el pontífice aceptó la visita

La presidenta Claudia Sheinbaum sostuvo una conversación telefónica con el papa León XIV para invitarlo formalmente a México, una propuesta que el pontífice aceptó, aunque aún no se ha definido una fecha para el viaje. El diálogo se centró en la voluntad de la Iglesia católica para colaborar en los esfuerzos de pacificación del país.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, informó que invitó formalmente al papa León XIV a visitar el país durante una llamada telefónica. El pontífice aceptó la invitación y expresó un gran interés en viajar a territorio mexicano; sin embargo, la mandataria aclaró en repetidas ocasiones que todavía no se ha establecido una fecha para la visita. La conversación fue solicitada por el gobierno mexicano a través del nuncio apostólico y, según la presidenta, fue concedida por el Papa en un plazo de dos días. El diálogo se llevó a cabo el pasado viernes 12 de diciembre, una fecha de gran simbolismo para México por ser el Día de la Virgen de Guadalupe.

Sheinbaum describió la llamada como "muy amable", "cordial" y "cálida", y destacó que el papa envió numerosos saludos y bendiciones al pueblo mexicano. La presidenta coincidió con el pontífice en que la Virgen de Guadalupe es un símbolo de identidad y paz para los mexicanos, independientemente de la religión que profesen. Durante la conversación, Sheinbaum expuso al papa los programas de pacificación que impulsa su gobierno en colaboración con la Iglesia católica, como la iniciativa "Sí al Desarme, Sí a la Paz". El papa León XIV manifestó la voluntad de la Iglesia de participar y ayudar en la pacificación de algunas zonas del país y en la disminución de la violencia, siempre "dentro del marco de las leyes de cada país". No se abordaron otros temas específicos más allá de la colaboración por la paz. La noticia fue recibida con optimismo por miembros del gabinete, como la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien afirmó que el pueblo de México sería "muy feliz" con la visita del Papa. De concretarse, el viaje representaría una oportunidad para reforzar los lazos de cooperación entre México y la Santa Sede, así como para enviar un mensaje de unidad y esperanza.