El Retiro en México: Entre una Reforma Histórica y un Futuro Incierto para las Nuevas Generaciones



La transición hacia un sistema de pensiones de cuentas individuales en México, impulsada por la reforma a la Ley del Seguro Social en 1995 durante el gobierno de Ernesto Zedillo, ha generado un futuro incierto para las generaciones más jóvenes. Dicha reforma, que creó las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), se justificó oficialmente como una medida para evitar la quiebra financiera del IMSS. Sin embargo, otras perspectivas señalan que fue una consecuencia de la crisis del "error de diciembre" y una imposición de organismos como el FMI y el Banco Mundial para capitalizar al sistema financiero mexicano con los ahorros de los trabajadores. Esta decisión ha dejado a millennials y centennials con la percepción de haber sido despojados de un retiro digno.
Las consecuencias de este modelo se reflejan en una baja cultura del ahorro y pensiones insuficientes. Solo cuatro de cada 10 adultos en México ahorran para su vejez, y más del 50% de la población ocupada no realiza aportaciones voluntarias. Entre los jóvenes de 18 a 29 años, el 63% no ahorra para su retiro. Esto se traduce en una tasa de reemplazo promedio del 55.5%, por debajo del 70-85% recomendado por la OCDE para mantener el nivel de vida. Como resultado, un 39% de los mexicanos entre 60 y 69 años continúan trabajando por necesidad.
El desafío se agudiza ante el panorama demográfico, ya que se proyecta que para 2050 el 30% de la población mexicana será adulta mayor. Datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2024 muestran que, si bien el 76.5% de los adultos tiene un producto financiero, esto no se ha traducido en ahorro para el retiro, pues un 33.6% no ahorra de ninguna forma y un 36.6% lo hace de manera informal. En paralelo al sistema de Afores, el gobierno federal gestiona programas de apoyo social como la Pensión Bienestar, que otorga pagos bimestrales a adultos mayores y otros grupos vulnerables. Recientemente, la Secretaría del Bienestar desmintió la existencia de un "bono navideño", aclarando que se trata de información falsa y que los pagos se reanudarán en enero de 2026. Estos apoyos funcionan como un paliativo, pero no resuelven el problema estructural del sistema de pensiones contributivo.
Una reforma en 2020 buscó mejorar las condiciones reduciendo las semanas de cotización requeridas y poniendo un tope a las comisiones de las Afores.




















