El Petróleo como Vínculo: Cómo la Alianza entre Rusia e India Redefine el Mapa Geopolítico



En un contexto de crecientes presiones por parte de Estados Unidos, India y Rusia han reafirmado su alianza estratégica, declarándola “resistente a la presión externa” y estableciendo el sector energético como su columna vertebral. Durante un encuentro en Nueva Delhi, el presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro indio, Narendra Modi, acordaron un programa de cooperación económica hasta 2030, con el objetivo de elevar el comercio bilateral de los 68.7 mil millones de dólares actuales a 100 mil millones. El eje de esta cooperación es el petróleo.
Putin ofreció a la India un suministro ininterrumpido de combustible para su economía en rápida expansión. Desde el inicio de la guerra en Ucrania en 2022, la India se ha convertido en el mayor importador de petróleo ruso por vía marítima, y este crudo a precio reducido cubre actualmente más de un tercio de su demanda total. El gobierno indio defiende esta política argumentando que responde a las dinámicas del mercado y a la necesidad de garantizar energía asequible para sus mil 400 millones de habitantes, desvinculándola de criterios políticos. Según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Randhir Jaiswal, la responsabilidad de las importaciones recae en las consideraciones comerciales del sector privado.
Este acercamiento ha tensado las relaciones con Washington.
En agosto, la administración del presidente estadounidense Donald Trump impuso aranceles de hasta el 50% a productos indios, acusando a Nueva Delhi de alimentar la “laguna de la refinería”, un mecanismo que permite procesar crudo ruso en la India para luego venderlo a Europa, eludiendo las sanciones occidentales. La alianza se extiende más allá del petróleo, abarcando la energía nuclear civil, la construcción naval y los fertilizantes. Para reducir su déficit comercial con Moscú, la India planea impulsar sus exportaciones y buscar un acuerdo de libre comercio con la Unión Económica Euroasiática.
Además, comenzará a emitir visas electrónicas gratuitas para turistas rusos, fortaleciendo aún más los lazos bilaterales en un movimiento que, según analistas, podría reconfigurar las rutas energéticas y las alianzas comerciales a nivel global.











