Entre el estancamiento estructural y las crisis logísticas: los desafíos de la economía mexicana



México atraviesa un prolongado periodo de estancamiento económico, caracterizado por tasas de crecimiento insatisfactorias que no logran generar el empleo y el bienestar necesarios. Este fenómeno no es una coyuntura pasajera, sino un problema estructural que ha mantenido la posición del país prácticamente sin cambios en el panorama mundial durante los últimos 35 años, en agudo contraste con el dinamismo del período del "desarrollo estabilizador" (1950-1980). Una de las causas fundamentales de esta falta de dinamismo es el colapso sistemático de la inversión pública, que ha caído de niveles históricos del 8% o 9% del PIB a apenas superar el 2% en la actualidad. Esta drástica reducción, a menudo utilizada como variable de ajuste fiscal, ha mermado la capacidad del país para desarrollar infraestructura crítica y tecnología, lo que a su vez ha frenado el aumento de la productividad. La baja productividad y la falta de inversión se retroalimentan en un círculo vicioso, limitando el potencial de crecimiento. A este factor principal se suman otros lastres como la informalidad laboral, la inseguridad y la falta de competencia.
A esta debilidad estructural se han sumado recientemente las interrupciones logísticas causadas por bloqueos fronterizos en Chihuahua, el estado más exportador del país.
Líderes empresariales de la Canacintra y de Index han expresado su grave preocupación, señalando que estas paralizaciones generaron pérdidas diarias de entre 250 y 300 millones de dólares y la retención de al menos 3,000 camiones de carga por día. Chihuahua resultó ser uno de los estados más afectados por estas manifestaciones.
Más allá del impacto económico inmediato, la mayor inquietud es el daño a la imagen de México como un socio comercial confiable. La posibilidad de que estos bloqueos se vuelvan recurrentes amenaza una de las principales ventajas competitivas del país: la capacidad de garantizar entregas a tiempo gracias a su cercanía con Estados Unidos. Esta situación envía una señal negativa de cara a futuras negociaciones del T-MEC y podría provocar que los inversionistas consideren otros países.
Por ello, los líderes industriales urgen al gobierno a establecer mecanismos de diálogo efectivos para prevenir que estas situaciones se repitan.













