Intervención de Trump sacude la elección presidencial en Honduras



A pocos días de las elecciones generales en Honduras, el presidente estadounidense Donald Trump agitó el ambiente político al respaldar abiertamente al candidato del conservador Partido Nacional, Nasry "Tito" Asfura. A través de la red social Truth Social, Trump calificó a Asfura como el "único verdadero amigo de la libertad" y elogió su gestión como alcalde de Tegucigalpa, asegurando que juntos podrían combatir a los "narcocomunistas".
En su mensaje, Trump atacó directamente a los otros dos principales contendientes.
Acusó a Rixi Moncada, candidata del oficialista partido Libre, de ser "cercana al comunismo" y de tener a Fidel Castro como ídolo. A su vez, señaló a Salvador Nasralla, del Partido Liberal, de ser un "comunista en la línea límite" que finge ser anticomunista con el único propósito de dividir el voto y restarle posibilidades a Asfura. La intervención se produjo durante el período de silencio electoral en Honduras, que prohíbe a los candidatos hacer campaña.
Las reacciones no se hicieron esperar.
Rixi Moncada respondió que "el fantasma del comunismo vuelve con los mismos cuentos de siempre" y afirmó que la acusan de comunista porque sus oponentes temen la democratización de la economía y la Ley de Justicia Tributaria. Por su parte, Salvador Nasralla lamentó la "malintencionada desinformación" que, según él, sus rivales políticos han proporcionado a los asesores de Trump, a quien expresó su respeto, y se posicionó como un futuro "aliado de las libertades". El propio Asfura agradeció el apoyo de Trump y se comprometió a defender la democracia. Expertos y observadores internacionales calificaron el mensaje de Trump como un acto "totalmente intervencionista y fuera de lugar". El sociólogo hondureño Allan Fajardo señaló que Trump desconoce que Asfura ha enfrentado acusaciones de corrupción. Otros analistas, como Carlos Alejandro del Frente Amplio de Uruguay y el politólogo mexicano Jaime Tamayo, coincidieron en que se trata de un patrón de injerencia estadounidense en América Latina, advirtiendo que podría alimentar "los fantasmas del fraude" y abrir la puerta a presiones económicas si el candidato apoyado por Washington no resulta ganador. Esta controversia ha relegado a un segundo plano la discusión sobre los problemas de fondo que enfrenta el país, como la pobreza y la violencia.














