La F1 se prepara para una nueva era: Red Bull y Ford lideran la revolución de 2026



Red Bull Racing y su equipo hermano, Racing Bulls, han confirmado que el 15 de enero de 2026 realizarán una presentación conjunta en Detroit, Estados Unidos, para desvelar sus nuevos vehículos de cara a la temporada de Fórmula 1 de ese año. Este evento será el primero del calendario y marcará el inicio de una nueva asociación de motores con el fabricante estadounidense Ford, apenas unos días antes de los primeros tests oficiales, programados del 26 al 30 de enero en el Circuit de Catalunya, en Barcelona. La alianza, que operará bajo el nombre Red Bull Powertrains-Ford, representa un cambio estratégico para la escudería campeona del mundo, que dejará atrás su exitosa etapa con motores Honda, los cuales pasarán a ser socios exclusivos de Aston Martin a partir de 2026. Laurent Mekies, jefe del equipo Racing Bulls, calificó el lanzamiento como “un paso audaz hacia el futuro” y la culminación de años de trabajo conjunto. Para Ford, este movimiento significa su regreso oficial a la máxima categoría del automovilismo después de casi dos décadas de ausencia, alineándose con su enfoque en la electrificación y las tecnologías sostenibles. La temporada 2026 no solo será un punto de inflexión para Red Bull, sino para toda la parrilla, debido a la entrada en vigor de una nueva reglamentación técnica. Las nuevas normas de motores se centrarán en la sostenibilidad, con unidades de potencia híbridas de mayor capacidad eléctrica y el uso obligatorio de combustibles 100% sostenibles. Además, la competencia estadounidense en la F1 se intensificará con el debut del equipo Cadillac, respaldado por General Motors, que se unirá a Ford y al equipo Haas, consolidando una rivalidad inédita entre tres fabricantes de dicho país. En el plano financiero, el valor de los equipos de Fórmula 1 sigue en aumento, como lo demuestran los reportes sobre Toto Wolff, director del equipo Mercedes, quien estaría en conversaciones para vender parte de su participación en una operación que podría valorar a la escudería en una cifra récord de 6,000 millones de dólares.











